Un sombrero de copa negro encima de una mesa. Esa fue la primera imagen que recibí cuando entré en el hotel en el que estaba citada para entrevistar a Tuomas Holopainen y a Marko Hietala, componentes de la banda finesa Nightwish, que se encontraban en España presentando el que será el nuevo disco de la banda: "Imaginaerum".
En un ipod muy moderno, muy negro y muy controlado, me encontré con los 13 temas que, más que un disco, componían una banda sonora. Tengo que decir que no era muy fan de lo último de Nightwish - sí de la producción, no del giro artístico que había tomado el grupo desde la “marcha” de Tarja Turunen – pero he visto grandes mejoras en este nuevo cd. A nivel vocal, Annette Olzon está mucho más suelta, interpretando mejor los temas, con más intensidad, con más giros interpretativos. Era de esperar, claro, que ahora que la nueva vocalista se ha asentado en la formación, esto sucediera. Aun así, para poder asegurar que algo va a suceder de manera satisfactoria, bueno, primero tiene que suceder. A nivel compostivo, el disco me gusta, aunque quizá a los fans más “cerrados” se les haga difícil de digerir. Hay que tener en cuenta que se trata no tanto de un disco como de una banda sonora y eso hace que no haya toda la continuidad en el estilo de los temas que un fan pudiera esperar a priori. Y de hecho es un disco con bastante ambientación celta. Como Tuomas comentó durante la entrevista “Todo está pensado para la película”.
El disco comienza con "Taikatalvi", un tema cantado en finés por Marko Hietala, con ambientación muy celta y un tanto onírica, que recuerda un poco a Danny Elfman. Esa sensación se repetiría en otros cortes a lo largo del disco. Pero ya llegaremos a ello. El siguiente corte, "Storytime", es más típico de los fineses: con guitarrás más rockeras y completamente cantado por Annette, es un tema oscuro, muy en la estela de los discos anteriores, con un estribillo muy a lo ABBA. En "Ghost River", uno de mis temas favoritos del disco, comienza la combinación de voces. Con un Hietala grave, oscuro, que canta los estribillos y coros infantiles. Todo ello da de nuevo una ambientación muy a lo Elfman también, muy bien llevada por Pit Williams, quien se ha encargado, de nuevo, de las orquestas del disco.
Y a partir de este punto empiezan las cosas “extrañas” en el disco. "Slow love slow", un tema en una línea más jazzística, en el que Annette demuestra que es capaz de dar otros toques a su manera de cantar, y que puede dejar al oyente un tanto descolocado. Es un tema que te deja la sensación de que “no encaja muy bien ahí”. Pero con la película todo cobrará sentido. Con "I want my tears back" recuperamos un poco el rumbo, introduciendo de nuevo toques celtas y retomando el estilo inicial del disco. Es un tema que tiene todos los ingredientes para ser un buen himno y que te prepara para "Scaretale".
Nos salimos de nuevo de la línea oscura con "Arabesque" - la verdad es que los títulos de los temas son muy descriptivos- donde encontramos como elementos interesantes un solo de percusión y unos arreglos vocales que recuerdan de nuevo a la producción vocal de “Once”. Es un tema con mucho ritmo. En "Turn Loose The Mermaids" encontramos una Annete etiquetable como “la versión femenina de Toni Kakko” (Sonata Arctica). Y es que la línea vocal perfectamente podría pertenecer a un tema cualquiera de este grupo. Volvemos de nuevo a los arreglos celta, que quizá resultará ser el “hilo conductor” de este “Imaginaerum”.
La última parte del disco comienza con un tema que me gustó bastante, "Rest Calm". Se trata de una canción melódica con riffs pesados en los puentes pero estribillos completamente melódicos y relajados. Un contraste poco habitual en Nightwish (que nos tiene acostumbrados a estribillos muy potentes) que me llamó la atención. Con "The Crow , the Owl And The Dove" pisamos quizá terrenos más tradicionales en el sentido de que se trata de una canción tranquila, melódica y un poco insulsa, pero rápidamente volvemos a la acción en "Last Ride of The Day", donde se notan muchísimo los arreglos orquestales de Pit Williams, quien ha realizado una labor encomiable durante todo el cd. Y la línea se mantiene en "Song Of Myself" con todo el aspecto de que la parte final del disco es la más puramente Nightwish. Un final celta y grandilocuente cierra el disco, "Imaginaerum", para dejarme con un sabor de boca agridulce e intrigado.
"Imaginaerum" es un disco que no entra a la primera en su totalidad pero muy bien producido y con temas bastante interesantes. Esto es un arma de doble filo para la banda ya que, por ejemplo en mi caso, mi mente no dejaba “cuajar” los temas que “no encajaban” con el sonido del grupo y acogía con alegría los que sí. Dependerá de la película que esta reacción sea una tendencia generalizada o que el disco se convierta en un trabajo destacado de la banda finesa.
Nane Crownless (review recuperada)
