EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO (Granada 18 enero 2024).
La fría noche granadina se prepara para la homilía de El Altar del Holocausto, que cierra una gran gira de la banda salamantina por España hasta su próximo concierto en marzo.
La verdad es que las expectativas eran altas porque el alto nivel técnico de la banda es de sobra conocido y su presencia sobre el escenario es aplastante pero, sin duda, recibimos mucho más de lo que ya de por sí esperábamos.
Como comentábamos, al nivel de ejecución se suma una presencia imponente, así como una interacción con el público y entre ellos mismo que creó una atmósfera y un feedback espectacular. El público muy receptivo mantuvo el silencio que El Altar del Holocausto pidió, eso sí, sin palabras, que no necesitan para transmitir y comunicarse con su audiencia. De hecho, una audiencia que, en general, ya los conocía de pasados conciertos o festivales como Leyendas del Rock, en el que dejaron tan gran huella que han movilizado a esta parte del territorio nacional para experimentar su música en un concierto propio y único.
EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO - "cruda dureza"
Entre momentos de cruda dureza y otros de hipnosis y reflexión se fueron sucediendo grandes temas como “Resurrectionem”, “Caridad” o “Nostalgia”, sin pausas ni interrupciones, los salamantinos saben conectar un tema con otro para crear un todo que adornan con sus gestos y complicidades, así como con la participación del público, que hasta pudimos tocar las guitarras que nos ofrecieron.
Musicalmente impecables destacan las melodías de guitarra, que son una marca absolutamente distintiva de El Altar del Holocausto, pero también algunas notas más experimentales como una batería jazz o unos acordes casi flamencos.
“Crucis” y “De Euforia” nos van llevando hasta el final del concierto casi sin notarlo, de una manera sutil y entrelazada bajo una atmósfera muy oscura de la que surge una voz que agradece el apoyo a la música en directo, toda una declaración que agradece el público, que estamos allí ara dar nuestro apoyo y disfrutar de una música y un directo impecables.
Tras una breve pausa “Lucas”, “Amenra” y “El Que Es Bueno” cierran el concierto no sin antes un inmenso pogo que inicia el guitarra, que baja con el público a cerrar una espectacular homilía, el Señor se apiadó de nuestras almas y El Altar del Holocausto las elevaron al postrock instrumental más impecable que hayamos escuchado. Una bandaza, un bolazo, superan todas las expectativas.
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