GHOST BATH lanza el visualizer de “Vodka Butterfly” y presenta “Rose Thorn Necklace”, un nuevo álbum de melancolía afilada y aislamiento visceral
Tras cerrar el ciclo de su trilogía conceptual (Moonlover, Starmourner, Self Loather), Ghost Bath regresa desde su abismo emocional con “Rose Thorn Necklace”, un álbum que marca un nuevo punto de inflexión en su camino y que ya está disponible a través de Nuclear Blast Records. Junto al disco, la banda ha publicado el visualizer de “Vodka Butterfly”, una pieza tan desconcertante como fascinante, que captura a la perfección su mezcla de desesperación y belleza cortante.
Lejos de suavizar su propuesta, Ghost Bath lleva más de una década puliendo sus bordes con sangre y lija. Ahora, con Nameless (seudónimo de Dennis Mikula) como único arquitecto, la banda se adentra en pasajes aún más personales y perturbadores. El propio Nameless lo resume así: “Rose Thorn Necklace es ahora vuestro. Esta última ofrenda es muy especial y esperamos que toméis de ella lo que necesitéis”.
El álbum fue grabado entre enero y junio de 2024. Las baterías se registraron en Heaven and Heller Studios bajo la ingeniería de Mike Heller, mientras que el resto del proceso fue llevado a cabo por Nameless en su estudio casero, reafirmando el carácter introspectivo y artesanal del trabajo. La mezcla y masterización corrió a cargo de Jack Shirley, y la inquietante portada fue obra de Ksenija Tarasova, cuya estética casa perfectamente con el universo emocional del disco.
“Rose Thorn Necklace” no se apoya en narrativas conceptuales ni artificios: es un testimonio directo de aislamiento, desgaste y una belleza melódica que duele. En temas como “Vodka Butterfly”, la banda abandona cualquier intención conciliadora y entrega una dosis concentrada de black metal depresivo, salpicado de momentos de profunda vulnerabilidad y agresión contenida.
