AITA, Mauro Ricotta nos muestra "I", su álbum debut
La banda romana de black metal atmosférico AITA presenta en “I” su primer larga duración. Cuatro temas bastan para entrelazar potencia desatada y pasajes épicos con la más pura melancolía, ofreciendo más de 40 minutos de viaje sonoro envolvente.
De la mano de su guitarrista, Mauro Ricotta, desgranamos cada canción en este Track by Track.

IL NOME DEL VENTO
Esta pieza narra, sin mencionarla explícitamente, la génesis de la civilización etrusca. Un constante deambular, vagar, de civilizaciones y pueblos de los que se ha perdido la memoria, hasta la llegada a la verde tierra itálica. El texto es fragmentado, intencionadamente "nebuloso" como la portada del álbum, y utiliza las ruinas ancestrales como reflejo del alma humana atormentada. El último verso, en particular, enfatiza las tradiciones y el folklore que cualquier migrante lleva consigo, las raíces que todos compartimos y que no pertenecen a nadie en particular, sino a la humanidad en su conjunto. Nuestro deber es simplemente preservarlas, respetarlas y transmitirlas a las futuras generaciones.
En cuanto a la música, nos encontramos ante un black metal atmosférico con fuertes influencias épicas, blast beats y momentos feroces con growls despectivos, pero también armonía y destellos de serenidad. La larga introducción, pero sobre todo el final extremadamente dramático que comienza alrededor del minuto 8, es sumamente melancólico y nostálgico. Su objetivo es representar musicalmente la última estrofa de la letra y, al mismo tiempo, contrastar con la parte central, más rabiosa.
ARTUME
Esta pieza, partiendo siempre del análisis de la letra antes de comentar la música, está dedicada a la diosa Artume, una deidad etrusca muy antigua que encuentra su equivalente en la Artemide griega y la Diana romana. Es la diosa de la caza, la naturaleza y la fertilidad. Pero en la cultura etrusca, que recordemos es aún en muchos aspectos poco conocida y a veces oscura, era una deidad ambigua que representaba también la oscuridad y la noche. Esta dualidad, casi como un Jano bifronte o un Yin y Yang, era típica de las culturas precristianas o paganas. El cristianismo, y en general las religiones reveladas como el judaísmo y el islam, tienden por su propia naturaleza a una clara identificación entre el "bien" y el "mal", mientras que las culturas paganas y precristianas eran más sutiles en su representación de las divinidades y los seres superiores. Estos generalmente reflejaban de manera más precisa, más honesta, la ambigüedad del ser humano, que nunca es totalmente bueno ni totalmente malo.
Musicalmente hablando, estamos ante una pieza que tiene al mid tempo como su sello distintivo. Comienza con el ímpetu habitual del black metal, doble pedal y BPM altos, para luego, de repente, ralentizarse y reducirse a la mitad. Esto sirve para introducir al oyente en lo que es la parte central donde Annapaola, nuestra Artume, nos habla de su esencia con voz limpia. Inmediatamente después, la canción recupera la velocidad y el growl contrasta con una estrofa idéntica pero construida como respuesta a Annapaola, dando vida a ese dualismo del que hablábamos. Es quizás la pieza menos black metal y más epic/heavy de las cuatro que componen el álbum.
TAGES
Esta es la pieza donde nuestra pasión por el folk metal emerge de manera más predominante. La letra narra, sin rodeos y con mucha claridad, la personalidad de Tages, la divinidad niña etrusca de la sabiduría. Como es habitual, hay pocas estrofas pero densas de significado: se habla del tiempo que pasa y no espera, de lo humano y lo divino, de los secretos que no deben revelarse. Demasiado conocimiento, después de todo, sin sabiduría, puede llevar incluso a la locura.
Como mencionamos antes, aquí el elemento folk es predominante. Además, es la pieza más larga de las cuatro y está construida de manera hipnótica, con riffs a veces rápidos y a veces lentos, pero siempre repetidos una y otra vez como un mantra. Esto tiene como objetivo sumergir al oyente en el ambiente atmosférico de los Apeninos invernales, fríos y nebulosos. También hemos introducido un instrumento italiano muy antiguo, muy similar a la gaita, la "sordellina". El final, al igual que en "El Nombre del Vento", está encomendado a una clausura de tintes épicos.
OLTRE LE NEVI
Esta fue la primera pieza que escribimos, allá por el 2015. Lanzada dos años después y, para esta ocasión, regrabada y remasterizada desde cero, es quizás la pieza más black metal de las cuatro y la menos vinculada a la cultura etrusca de manera específica. También hay espacio para lo épico y para momentos de reflexión, pero aquí el tono es más pesimista, casi nihilista. La canción, además, está construida completamente en primera persona, como si fuera el pensamiento/relato del protagonista, un desconocido caminante al que se le ha encomendado una misión desconocida y que, perdido en las montañas, sumergido en la nieve y el hielo, llega a una meseta tan antigua como el tiempo mismo. Un lugar inmerso en el blanco, donde la muerte reina suprema. Allí vivirá un momento de revelación, una especie de "sehnsucht", al encontrarse frente a las ciclópeas tumbas de antiquísimas deidades. De repente se da cuenta de su miserable condición de ser humano, atado a su caducidad hecha de carne y sangre, frente a la eternidad de lo divino.