Crónica: CAN MERCADER FESTIVAL – Parc de Can Mercader (Cornellá de Llobregat) – 22/07/2023
Como ya es habitual, la tercera semana de julio está grabada a fuego en la mente de los metaleros barceloneses pues toca disfrutar del festival gratuito con más solera de la zona, el Can Mercader Festival. Un evento que siempre ha tenido, y tiene, una gran sensibilidad para con las bandas locales y desconocidas a las que cada año se les da oportunidad de mostrarse ante un numero de personas que ni siquiera soñarían en un concierto normal.
Este año el día 22 de julio era el elegido para la realización del festival con una novedad muy importante, el cambio de ubicación del evento. Dentro del mismo parque de Can Mercader, ha habido que reubicar el festival en otra zona por problemas con los vecinos (quizás si en lugar de rock y metal el festival fuera de reggaeton no habría ningún problema; todos sabemos el estigma que pesa sobre nuestra música).
El cambio de ubicación implicó también un cambio en la disposición de los escenarios encontrándose uno en cada extremo del recinto, muy alejados uno de otro y, evidentemente, con dos zonas de backstage habilitadas, una para cada escenario. Confieso que al verlo tuve muchísimas dudas sobre si iba a ser adecuado para el correcto funcionamiento del evento pues la costumbre es tener un escenario al lado del otro y no a tanta distancia. Debo decir que el funcionamiento fue impecable, que el público se adaptó a las mil maravillas a la distribución de escenarios y que, quizás, fue uno de los grandes aciertos de esta edición.
Como siempre, la organización y el sonido merece una puntuación de 20 sobre 1o dada la profesionalidad y el buen hacer que siempre demuestran. Todas las bandas sonaron de lujo, y eso que algunas no pudieron casi ni probar sonido, pero la verdad es que se disfruta mucho cuando la logística está tan bien montada que no percibes fallos de ninguna clase.
El público abarrotó el recinto desde el primer momento, ya a las 7 de la tarde había una gran cantidad de gente agolpándose en torno a los escenarios mientras las últimas bandas seguían probando el sonido y, si no me equivoco, y creo que no, se superó en asistencia la edición más exitosa del festival hasta la fecha, la de 2019. Mi sensación es que se superaron de largo las 5000 o 6000 personas, la organización tendrá que decirlo, pero la marea de gente que se veía en las actuaciones era impresionante, a uno le hincha de satisfacción encontrar tanta gente disfrutando de bandas casi desconocidas. Y mientras estoy redactando esta crónica me llega la confirmación de este punto, la asistencia se calcula en 7000 personas, un éxito rotundo.
La única pega, y es una pega importante a mi entender porque ya es algo recurrente que pasa año tras año (con la excepción de 2022), es el servicio de bar. En mi humilde opinión no pueden formarse colas de más de 300 metros para comprar tickets y vasos y este es el menor de los problemas, antes de la mitad del festival ya no quedaban bocadillos de ninguna clase y faltando la actuación de los dos cabezas de cartel, Legion y Stop Stop, ya no quedaba ni una gota de bebida de ninguna clase. Probablemente el servicio de bar se vio desbordado por la masiva presencia de público pero, creo que en este punto hay que mejorar y mucho, de lo contrario el resultado final del festival no es tan bueno como merece un evento de estas características. De todas formas, esto no empaña el grandioso éxito de esta edición en el resto de aspectos y nos hace desear que la próxima sea aún mejor.
REBELS ONE
Como ya es habitual, el festival lo inicia una banda procedente de una selección (no me gusta la palabra concurso en este caso) que se hace de todas las que ensayan (y aprenden) en la factoria de Cornellà de Llobregat. Esta vez le tocó a Rebels One, una banda de hard rock ya veterana por la edad de sus componentes aunque con poco recorrido como grupo.
Con ellos se dio la anécdota que, dado el retraso de las pruebas de sonido, el público pensó que ya habían empezado su actuación mientras ellos estaban terminando de probar y se agolparon ante el escenario y se sorprendieron cuando la banda abandonó las tablas.
Con unos 30 minutos de retraso sobre el horario previsto saltaron al escenario para ofrecernos un muy buen concierto. Se mostraron solventes y bien compenetrados y, en el poco tiempo del que dispusieron, demostraron que tienen una buena progresión y un futuro interesante por delante. Un buen comienzo para lo que vendría después.
CÖNTRABAND
Los encargados de inaugurar el segundo escenario fueron los hard rockeros Cöntraband, una banda que conozco desde hace mucho tiempo, con una propuesta interesantísima pero que, por h o por b, nunca había podido ver en directo aun.
La verdad es que colmaron sobradamente mis expectativas, con un show basado en nuevos temas compuestos para su próximo disco, con el handicap que representa esto dado que el público no los conoce, consiguieron hacer disfrutar de lo lindo a la muchísima gente que había ya en el festival, creo que ni en sus mejores sueños imaginarían que podían tocar ante una audiencia tan nutrida y que, además, triunfarían a lo grande.
Un show impresionante, contundente, se les veía disfrutar en el escenario de lo que estaban haciendo y de lo que estaban viviendo y eso se transmitió a los presentes que lo pasaron en grande y a buen seguro que se han llevado un montón de nuevos seguidores. Para mi fueron una de las mejores cosas de la tarde.
ANGELICAL YELL
Los siguientes en presentarse fueron Angelical Yell, una banda muy nueva, era su cuarto concierto desde su formación, con una propuesta de metal sinfónico standard, sin más. No aportan ninguna novedad destacable al estilo y suenan de la forma que todos los amantes de este palo del metal esperan que suenen este tipo de bandas, pero la calidad que atesoran estos músicos es impresionante. En ningún momento nadie hubiera dicho que este era su cuarto bolo, sonaron compactos, compenetrados y muy solventes.
Capítulo aparte merece la voz de Eva, su cantante, que inunda la escena con su poderío de soprano. Absolutamente bestial como se la oía desde cualquier punto del recinto, incluso los mas alejados del escenario y, bajo mi punto de vista, fue la cantante triunfadora del festival.
En definitiva una gran banda con un inmenso futuro por delante que, si siguen con la progresión actual y con algún disco editado (apenas si tienen cuatro o cinco canciones en internet por el momento) probablemente den el salto al nivel de banda a tener en cuenta tanto en la escena española como en la europea.
WE EXIST EVEN DEAD
Y llegados a este punto tocaba la propuesta más extrema de la tarde noche con los barceloneses We Exist Even Dead (WEED) y su mezcla de groove, metalcore y algún que otro estilo extremo. No son una banda novel, pese a su juventud tienen ya experiencia y han estado en algunos de los festivales mas importante del país.
La verdad es que cuando entraron en el escenario repartiendo churros (de los de piscina) entre el público ya vimos lo que estaba por venir. Un auténtico huracán, una descarga brutal con una entrega de todos sus miembros en el escenario absolutamente salvaje. Su show visual es impecable y recuerda muchísimo, salvando las distancias musicales, al de Crisix, no paran de saltar, moverse e interactuar con un público que, aunque no lo guste su propuesta musical (como es mi caso) no puede más que rendirse ante su empuje y su entrega.
Ya es una banda muy grande, a estas alturas no son ninguna sorpresa, solamente les falta, a mi entender, que se fije en ellos algún sello europeo importante para que se conviertan en una referencia en su estilo. Una banda de 10.
AGAINST MYSELF
La siguiente propuesta era la única que nos llegaba de fuera de Catalunya, se trata de los madrileños Against Myself, probablemente a estas alturas una de las mejores bandas de este país en su estilo, metal sinfónico, pero que, desgraciadamente, no son fáciles de ver en Barcelona.
Vinieron sin batería, que se encontraba disfrutando de su luna de miel y lo sustituyó, además impecablemente, Joel de Daeria.
Cuajaron un show de altísimo nivel, como corresponde a una banda como ellos, y se ganaron, sobradamente, el cariño de todo el público presente que, en su mayoría, ya los conocía y sabía de su música. Esta banda se merece, desde ya, un lugar destacado en los grandes festivales de este país y espero que lo consigan en breve, la progresión la tienen y el talento también, solo falta la confirmación para convertirse en una banda de primera linea, si es que ya no lo son.
MAGGOTS
Llegados a este punto llega lo que para mí es la iniciativa más cuestionable del festival, añadir al cartel una banda tributo, y que conste que no tengo ninguna queja de Maggots, que son una gran banda, que calcan al original Slipknot y tienen un grandísimo nivel, tanto como músicos como en propuesta escénica, pero es que no acabo de entender que sentido tiene poner una banda tributo, que no aporta nada a un festival como este y que quita un sitio a otra banda local que tendría su oportunidad de mostrarse ante mas de 7000 personas, y más tocando justo antes que los cabezas de cartel y no iniciando la tarde como hacen otros festivales.
Que conste que esto es una opinión personal sin más y que seguro que mucha gente no está de acuerdo conmigo en este punto pero creo que hace falta que alguien lo diga.
El show de Maggots, de todas formas, fue otro de los puntos fuertes de la noche, entrega total, un montón de gente en el escenario y el público disfrutando mucho de su propuesta y, después de ellos los platos fuertes de la noche.
LEGION
¿Qué decir de Legion? la banda de Thrash más grande que ha dado este país, pioneros en su estilo en España y de la que han bebido todas las grandes bandas actuales que están triunfando tanto aquí como en el mundo. Sería impensable la existencia de Angelus Apatrida o Crisix, por ejemplo, sin que antes hubiera existido Legion y además, cuando nadie lo esperaba, han protagonizado uno de los regresos mas exitosos de la historia del metal patrio.
Después de una gira por todo el país de más de un año llenando salas y pasando por grandes festivales, era de recibo que tenían que estar en Can Mercader como cabezas de cartel y triunfar a lo grande como así fue. En una hora justa de actuación desgranaron sus grandes clásicos y enloquecieron a todos los presentes que disfrutaron de su propuesta como nunca.
Ahora es necesario que den el siguiente paso, que terminen su gira, que ya les queda poco, y se encierren un tiempo a componer nuevos temas y lancen un disco que confirme definitivamente su gran regreso a la escena.
STOP STOP
Esta banda, en su momento, dio un paso valiente y atrevido, viendo que el futuro en España era escaso, se mudaron a Inglaterra e intentaron, y consiguieron, darse a conocer allí. Es el típico caso del que tiene que emigrar para darse a conocer y que después vuelve a su país y nadie cuestiona su valor. Probablemente de no ser así serían una más de tantas bandas que pasan desapercibidas en un país que no valora lo que tiene.
Stop Stop es una banda grande, de talla europea, nadie lo duda y una muestra de esto son las continuas giras que hacen por distintos países del continente donde cuentan sus conciertos por éxitos seguros.
Y Can Mercader no podía ser distinto, vinieron, vieron y vencieron con su hard rock de nivel estratosférico, su entrega en el escenario y sus canciones, facilmente coreables que hacen las delicias de la gente que tiene el honor de verlos.
El formato Power trio les viene como anillo al dedo y sus canciones merecen un lugar destacado en el olimpo del hard rock nacional y también internacional y esto fue, ni más ni menos, lo que demostraron aquí. Entrega absoluta, sonido perfecto, como el resto de bandas también hay que decirlo, y un triunfo por todo lo alto. Su show fue en crescendo hasta terminar con los tres miembros de la banda en el foso tocando, el batería con un tambor y los otros dos con bajo y guitarra y, pese a algunos problemas de recepción del sonido de sus transmisores, demostrando porque son tan valorados como banda.
Triunfo absoluto de Stop Stop en todos los aspectos y un broche de oro a una de las mejores ediciones de toda la historia del Can Mercader Festival.
Ahora toca esperar impacientemente la edición de 2024, desear que las poquísimas pegas que se le pueden poner al festival se solucionen y seguir creciendo en público, en aceptación y en impacto mediático. Sin ninguna duda, festivales como este son muy necesarios en nuestro país.
Por último agradecer a toda la organización, y no diré nombres porque todos son imprescindibles, las facilidades, el trato extremadamente amable y amistoso que nos dan y su grandísima profesionalidad. Amigos, sois muy grandes y lo sabéis.
Gracias por todo.
Texto: Quim Brugada
Fotografías: Juanjo García