SÔBER + SAVIA + SKIZOO. Las Ventas. Madrid 11/01/25
¡Tarde de expectación, tarde de mucha ilusión…!
Ya sé, ya sé, que a lo mejor alguno piensa que es un símil un poco taurino… pero nada tiene que ver si lo imaginaste así. De hecho, dentro de la propia plaza de toros de Las Ventas, había una carpa cubierta, que nos alejaba de cualquier corrida y del frío, aunque también os digo… dentro de la carpa esa tarde noche, hubo orgasmos emocionales y calor, mucho calor, pues la gente estaba tan junta, que era imposible que las estribillos de cada canción a coro, no sonaran en estéreo.

Este show marcaba el final de la gira del 30 Aniversario, que durante meses previos había dado la oportunidad de disfrutar de brillantes temas de Sôber, pero también de recuperar las composiciones de las bandas Savia y Skizoo, y volver a disfrutar de aquellas canciones en vivo interpretadas por quienes las crearon.

Ya queda lejos, porque el tiempo pasa rápido, pero, cuando presentaron el comienzo de esta gira, el mínimo atisbo que existiera de idea pretenciosa, pues intercalar tres vidas musicales en una en cada concierto había que gestionarlo muy bien, quedaría extinguido nada más que diera comienzo. Está claro que todo depende del cariño y el tacto con el que se prepare. Y para quienes tuvimos ocasión de ver algún otro concierto previo a este último, y comprobar el desarrollo de este proyecto de directo, no nos cabe la menor duda, que ahora clausurado, ha quedado como algo único, que ojalá se pueda volver a repetir más veces en un futuro. Al menos esta noche en Las Ventas quedó grabado para una futura publicación.

Si ya era entramado tocar canciones de las tres bandas, intercalándose los diferentes músicos entre bloques bien marcados, e incluso cambiándose instrumentos y euforias según las canciones que tocaba interpretar, no había que perderse como lograban intercalar además a un buen puñado de invitados.
Llegado el momento, con Carlos Escobedo, Antonio Bernardini, Jorge Escobedo y Manuel Reyes en escena, Sôber marcaría el paso con un bloque de canciones que les acomodarían en escena y que iban a abrir los pulmones de los asistentes cuando hicieron sonar “La Prisión Del Placer”, “El Día De La Liberación”, “Sombras”, y tras “Tic Tac” llegarían los primeros invitados, con un Andrés Suarez que tomaba el micrófono para hacer un “Blancanieve” transformándose más allá del cantautor que yo conocía, logrando un gran acoplamiento a la emotividad que merecía la composición. Ruth Lorenzo se encargaría de un “Paradÿsso” tornando el tema de esa magia que pone su bonita y punzante voz femenina. Ya tuve ocasión de disfrutar de esa sinergia en aquel concierto que Carlos Escobedo haría un año antes en el Teatro Eslava de Madrid, en donde ambos se fundían de manera emocional haciendo este tema. Aquí pasaría algo similar.

El siguiente bloque pasaba por intercalar a Morti para dar cuenta de su espectro vocal con performance interiorizado incluido y su ambulante pie de micrófono personalizado, en los temas que correspondían a Skizoo, y que fueron alternándose con los de Savia, en donde el protagonismo aquí también lo tomaba el bajista Jesús Pulido, marcando estilo propio, haciendo que la noche se agitara un poco más y que fuera por lo tanto más amena si cabe. Carlos Escobedo pasaría por lo tanto a tocar la guitarra, disfrutando un poco más del movimiento en escena. Así nos deleitaron de forma alterna “Sólo Estás Tú”, “Derrotado”, “Habrá Que Olvidar”, “Insensible”, “Dame Aire”, “Solido”, “Fragile” y “Renuncia Al Sol” con el que pusieron pausa a esta emocionante colaboración conjunta de todos los músicos, sin olvidar mencionar y recordar a Alberto Madrid, quien fuera batería de Savia en la primer época del grupo.

Sin mucho tiempo para ordenar emociones, la dinámica inicial volvería a escena con “Eclipse” y “Vulcano”, para apostar y arriesgar fuerte con el giro vocal que se le daba al tema “Arrepentido” al colgarse el bajo Pepe Esteban y compartir la voz principal Antonio García del grupo Arde Bogotá con Carlos Escobedo. Toda una valiente sorpresa. La reinvención de los temas incluyendo invitados continuó con Leo Jiménez en “El Hombre De Hielo”, dándole una bonita pincelada metalera al tono. En cambio Kutxi aportaría un colorido más propio de sí mismo volcándose en la interpretación de “10 Años”.

Aún quedaban más sorpresas, nada desdeñables, y dignas de aplaudir con tanto movimiento por escena. Los técnicos de escenario y de sonido deben ganarse el cielo cuando les toca trabajar más allá de su zona de confort. Entraba en escena tres generaciones de batería, pues primero entraría en escena el veterano Manuel Reyes “el padre” junto a Manuel Reyes “el hijo” para hacer un prodigioso set a dos baterías, y más tarde entraría en escena “el espíritu santo” (el hijo del último y nieto del primero). Los tres harían un simbólico e imborrable set tras sus tres baterías. Sí, sí… el peque también tenía la suya. ¡Y cómo lanzaba las baquetas desde el escenario al público… Wow!.

De destacar fue también la participación rapera de Duo Kie y El Chojin, consiguiendo un nuevo giro muy bien ensamblado a la musicalidad de una noche que parecía no tener fin y que no dejaba de emocionar. Aún tendríamos “Tiempo” para retomar Morti y de no sentirte “Naufrago” en aquel lugar aunque Rafa Blas se entregara para la ocasión encargada. El final fue “Loco” como le gusta terminar a Sôber sus conciertos, dejando que la gente bote y flote en el espacio.
Fueron emociones encontradas, sí, porque todos los que han formado parte de esta experiencia que aunaba a Sôber, Savia y Skizoo ahora seguirán sus caminos con sus bandas y proyectos, dejando esta bonita experiencia atrás.
Raúl “Mister Virus” García