WACKEN 2024. Alemania. Día 4 (3/08/24)

Habían pasado nueve años desde que viera la anterior vez a EXUMER en el festival, pero ahora me parecía que su dosis de thrash metal era todavía más enérgica que entonces. Recuerdo aquella ocasión como si fuera un reencuentro con la banda alemana, ya que a lo largo de su historia, no llegaron a tener esa plena popularidad que les permitiera ponerse por encima del montón de grupos que existían del estilo musical a partir de mediados de  los ochenta, algo que como era lógico terminaría por hacer descarrilar a algunas bandas años más tarde. El show mostró trazas de verles en un nuevo sólido asentamiento aunque vaya pasando el tiempo, con temas de época y algún corte más actual, porque la banda de Frankfurt no se ha dormido y sigue componiendo material para sentirse vivos y actualizados. Sonaron entre otros, los temas “The Raging Tides”, “Brand Of Evil”, “Hostile Defiance”, “Fire & Damnation” y “Possesed By Fire”.

Los californianos HIRAX también demostraron el buen nivel al que se encuentran con su cantante Katon W. De Pena al frente. En los ´80 dieron vida a su embrionario crossover thrash/speed metal, siendo capaces de aunar audiencias metaleras con el sector más hardcore/punk que entonces estaba evolucionando en 1985. Su energía y velocidad implacable fueron haciendo ganar adeptos y reputación. De hecho, en aquella época, consolidaron su legado, tocando con numerosas bandas de la escena de Los Angeles y para ello se volcaban en todo tipo de promos que les pudiera acercar a medios de comunicación y nuevos seguidores, aunque bien es cierto que se quedo en un seguimiento minoritario con el paso del tiempo. No obstante aquí parecía que siguieran con esa línea perpetua de currelos del metal, que sin bajar el pistón quisieran que su legado sigiera conociéndose cueste lo que cueste. Como acaban de publicar un nuevo EP, aprovecharon la oportunidad para mostrar dos de sus temas más recientes, “Faster Than Death” y “Drowned Bodies”.

RED FANG una vez más demostraron ser capaces de moldear sus conciertos de una forma muy singular gracias a la manera que tienen de combinar voces en cada uno de sus temas. La banda stoner de Porland, Oregon, siempre tiene esa intensidad que le permite a cada uno de sus instrumentistas estar liberados a la hora de poder desencadenar tensión ante el micrófono. Desde el comienzo impactaron haciendo que el público permaneciera atento ante un grupo que aunque ha tocado otras dos veces en el festival a lo largo de su historia, no ejecuta el sónico de rock clásico que más gusta por estas tierras. Despuntaron en el Louder stage haciendo vibrar con su característica fiesta de riffs llenos de enganche, al tiempo que comenzaba a hacer presencia en el lugar lo que terminaría siendo una intensa lluvia.

El único concierto que daba SEBASTIAN BACH en agosto tendría lugar en Wacken, bajo una notable lluvia que no dejaba de crecer. Algunos abandonaron el lugar en busca de refugio y otros permanecimos bajo el chaparrón. La ocasión lo merecía, pues el cantante puso todo su empeño en dar lo mejor de sí, chapurreando continuamente en alemán para socializar aún más con el público. Dicho sea de paso, que a continuación tenía que traducir lo hablado en inglés. Así todos eran felices. El concierto tuvo una pauta muy metódica, arrancando con su reciente single “What Do I Got To Lose?” y después tendría el enfoque esperado con algunos de los himnos importantes de Skid Row, “Slave To The Grind”, “Here I Am”, “Big Guns” o “18 & Live”. A continuación otra muestra más de su último disco “Child Within The Man” con su medio tiempo dulzarrón “Freedom” e inmediatamente otro imperecedero de sus comienzos como “Piece Of Me” mostrando su cara más dura y enloquecida. Me gustó que no bajara la velocidad a pesar de que en ocasiones la gente estaba sufriendo un poco por la lluvia. A partir de ahí, la cosa dejó la velocidad de crucero y el vuelo cogió aún más altura con una banda entregada en temas como “ Monkey Business”, “I Remember You” y el eufórico “Youth Gone Will” con el que pondría final a una locura de concierto.

La lluvia empezó a remitir a medida que TESTAMENT pegaba un repaso a sus trabajos más antiguos. Los primeros compases empezaron con su disco “The New Order”, arrancando con “Eerie Inhabitants”, “The New Order” y poco después “The Preacher”. Vimos pleno de actividad a Chuck Billy, subido por algún monitor de escenario y dejando de lado su característica media barra de micrófono con la que antes imitaba tocar la guitarra cada vez que Alex Skolnick se hacía un solo. Ahora simplemente porta el micrófono en mano. El hecho de que su nuevo álbum venga con regrabaciones de sus trabajos “The New Order” y “The Legacy”, supongo que les animaría a hacer temas de este disco, tocando “Apocalypsis City”, “Raging Waters”, “The Haunting”, “Do Or Die” o “Alone In The Dark”. Es curioso que los últimos conciertos que vi de Testament adquirieran un toque épico por estar presente la lluvia. Al final y con un embravecido público, marcharon con “Into The Pit”.

VIO-LENCE con su concierto exclusive en Alemania pondría de nuevo en alerta a los fans del sonido thrash metal de la Bay Area de San Francisco. Estaba siendo una jornada musicalmente “muy en la onda”. Su cantante Sean Killian mostró sus dotes de interpretación y por su puesto su cazadora vaquera llena de patches, junto a otros complementos característicos de su imagen, que no dudó en dejar que se la sobeteasen los asistentes mientras hacía crossurfing entre las manos del público. Me alegró ver que la banda de Phil Demmel sigue su rumbo, con autoridad y con personalidad. El intercambio de solos de guitarra y rítmicas del propio Phil con Bobby Gustafson fue hilando una tela de araña de la que te sentías atrapado en todo momento. A parte de mostrar su cara más nostálgica con cada una de las descargas de su primera época, intercalaron “Let The Worm Burn”, una de sus creaciones más recientes editada treinta y tantos años después de todo lo mostrado durante su show.

Ya es interesante ver al guitarrista ULI JON ROTH en directo, pero hacerlo en su tierra y con un set integrado por canciones de su etapa en Scorpions hace que todo sea más auténtico. Creo recordar que algo parecido hizo aquí en 2019, con su anterior paso por el festival. Temas como “Al Night Long”, “Longing For Fire” o “Sun In My Hand” fueron el arranque de lo que sería el recuerdo de aquella maravillosa época, que Scorpions musicalmente no ha continuado en sus conciertos, pero para eso teníamos a Uli y sus dejes instrumentales llenos de maestría y sentimiento “power flower”. También hizo una versión de Zeno correspondiente al tema “Don´t Tell The Wind”, y que nos haría recordar a su fallecido hermano Zeno Roth. El final de su espectáculo lelgaría con temas llenos de ritmo y armonía, enlazando “Fly To The Rainbow”, “Picture Life”, “Cath You Train” y “The Sails Of Charon”.

ASAGRAUM, la banda de la cantante y bajista Obscura, dejo clara la influencia que tiene por la corriente black metal noruega. Es indiscutible la solidez que aportan estas féminas blackmetaleras, destacando sonido e imagen con seriedad y robustez en cada una de las notas que ejecutan en directo. Pueden llegar a sorprendente con lo homogéneo que lo hacen todo sobre el escenario. Fueron a cuchillo ante aquellos que estábamos delante, con contundencia, armonía y mucho estilo. Al tener editada su última referencia discográfica hace menos de un año, bajo el título de “Veil Of Death, Rupture”, nos mostraron parte de sus temas, haciendo sonar “Veil Of Death, Rupture”, “Impure Fire” y “De Waanzin Roept Mijn Naam”.

A pesar de que los suecos THYRFING son una interesante banda de viking metal, no es tan frecuente su paso por Wacken, asi que tenerlos en el Wackinger stage, en plena zona vikinga era una ocasión interesante para tomarse una nueva hidromiel por la barra de bar en forma de Drakkar que tienen varado en aquella zona. El concierto fue muy molón, porque además de tener esos dejes de folk/viking, las mezclas con el death metal les da un sonido muy particular, que ellos no dudan en caracterizar con sus vestimentas y caras pintadas. Ambientados en la mitología nórdica, Joakim Kristensson y el guitarrista Patrik Lindgren, principales inductores de la banda, y miembros originarios de la misma desde 1995, nos amarraron hacia su mundo de fantasía vikinga teniendo a Jens Rydén como portador principal de sus historias ante el micrófono.

No es raro que AMON AMARTH esté presente en el festival en alguno de sus principales escenarios, pero no ocurre todos los años. Suerte que tampoco vimos que se repitieran los temas constantes más enganchones junto a los espectáculos de fuego, luchas y vikingos, aunque los patrones fueran parecidos a la hora de intercalar su potente death metal melódico lleno de armonías. Arrancaron con notables temas como “Raven´s Flight”, “Guardians Of Asgaard” o “The Pursuit Of Vikings” y decidieron dejar para la parte central del show algo más reciente al hacer “Heidrun”, así como incorporaron el tema “The Last With Pagan Blood” después de llevar varios años sin tocarlo en vivo. La sorpresa fue también la novedad de ver en la actual gira “Death In Fire” y “Find A Way Or Make One”. La recta final fue la evidencia del éxito cosechado hasta la fecha, levantando para brindar el cuerno con “Raise Your Horms”, a lo que le siguieron tras una breve pausa “Crack The Sky” y “Twilight Of The Thunder God”.

Nos despedimos de esta edición con MAYHEM y lo que fue un concierto sorpresa a todas luces, entre la oscuridad. Ya de primeras estando el escenario vacío empezó a adquirir protagonismo la pantalla trasera mostrando un arranque moderno en visuales y sonido no visto hasta la fecha en directo. Estaba anunciado como show exclusivo para celebrar su 40 aniversario, y empezaron a tocar “Malum”, “Psywar”, “Illuminate Eliminate” y “Chimera” proyectándose imágenes de  su trayectoria recordando escenas peculiares e imborrables de aquellos que pasaron por la banda, en lo que se estaba convirtiendo en un auténtico ritual oscuro con Attila estando al frente de la voz y también de la parafernalia escénica, acompañado del bajista Necrobutcher, el más veterano en activo para lucir este aniversario, y por orden de incorporación, Hellhammer con su estruendosa pegada tras la batería, junto a los guitarristas Teloch y Ghul. Y por si no habíamos absorbido suficiente memorabilia repasando su trayectoria, dejarían para el final un pequeño set de tres temas, que se encargaron de ejecutar miembros embrionarios de la banda, algo que haría volver de golpe a los orígenes antes de que cambiaran su nombre al de Mayhen. Aquella época remota en la que se hacían llamar Musta, contaba con Kjetil (Manheim) como batería. Allí teníamos al propio Manheim junto al cantante Messiah, que también había tenido un corto periodo en la banda entre 1985 y 1986, para interpretar en esta ocasión durante la parte final del concierto aquellos temas maqueteros llamados “Deathcrush”, “Necrolust” y “Pure Fucking Armageddon”. Al final todos los músicos terminaron sobre el escenario protagonizando una imagen de aniversario imborrable.

Texto y fotos: Raúl “Mister Virus” García / Oscar Torres

Foto Amon Amarth: WOA / Patrick Schneiderwind