Z! Live Rock Fest - Sábado 15 – Día 3 - Reseña y galería de fotos

El tercer día comenzaba para mí con la banda española Ars Amandi que sirvió para ir abriendo boca, pese a lo temprano de su actuación y del calor que reinaba ese último día.

Se dejaron querer por los poquitos que estábamos en el recinto de IFEZA y supieron conectar con los escasos temas que tocaron por su reducido tiempo sobre el escenario y sin disfrutar de un sonido muy bueno, pero pudimos escuchar temas como “Gritando al mar”, “No abandones” y “Escuchando al corazón”

Otro de los grupos de la península que tocaron, fueron Opera Magna con un estilo más pomposo y llenos de arreglos de teclados que han sabido ir ganando seguidores a través de mucho esfuerzo y buen hacer.

Tras las baquetas contaros con Adrián de Bloodhunter, y con un gran José Broseta a la voz que llegó perfectamente a cada uno de los agudos. Sonaron temas épicos como “Heróica”, “Donde Latía un Corazón” y “La Herida” que puso punto y final a su breve concierto.

Atacando con sonidos más extremos y oscuros, los andorranos Persefone salieron con mucha energía tratando de aprovechar los escasos minutos que tenían, pero demostrando que son una banda a tomar en cuenta con buenas composiciones como “One World”, “Living Waves”, “Mind as Universe” y la final “Merkabah", metiéndose al público en el bolsillo.

Girando aún más hacia sonidos más extremos, Decapitated, sí que fueron una voladura de cabeza, a base de unos riffs cortantes con Vogg de vuelta a la formación y una batería desatada.

Su frontman Rafal Piotroski estuvo intratable a la voz, azotando sus rastas a diestro y siniestro, e interpretando magistralmente canciones como “Just a Cigarrette”, “Nihility”, “Babylon´s Pride" y cerrando con nuevo material como “Iconoclast” y “Last Supper”, que sonaron perfectamente acopladas a su set list.

La bestia está de vuelta!! Leo Jiménez ofreció una gran actuación, mucho mejor que en pasados conciertos, que se le veía muy justo de voz. Se rodeó de grandes artistas que subieron al escenario para acompañarle mientras repasaba su trayectoria, los ex cantantes de Mago de Oz, Javier “Zeta” y Pâtricia Tapia, así como de Korpa.

Todos sonaron de maraviilla y supieron devolverle el cariño al respetable como con la versión de Mecano “Hijo de la Luna”.

Hablar de la banda de culto Paradise Lost en nombrar a una de las bandas más influyentes del género doom-ghotic. Repasaron su larga trayectoria de más de 35 años a base de riffs lentos, pesados y sumamente melancólicos. Con temas como “Enchantment”, con la que arrancaron, pasando por clásicos como “Hallowed Land”, “No Hope In Sight”, “Say Just Words”, o la contemporánea “Ghosts”.

Se pudo disfrutar de un sonido poderoso y perfectamente engrasado, haciendo las delicias de sus seguidores mientras que Nick Holme nos transmitía esa fuerza, tanto con las guturales como con las voces limpias, mientras Greg Mackintosh nos embarcaba en preciosos pasajes oscuros con su guitarra.

KK´s Priest dio un poderoso concierto, con un portentoso Tim “Ripper” Owens como maestro de ceremonias a las voces, y un visual montaje de fuegos y luces para el espectáculo.

Debates fuera, si la banda debería o no tocar temas de Judas Priest, nos centraremos en el buen hacer de los músicos y el clásico sonido de heavy metal por el que rezuman por cada poro.

“Hellfire Thunderbolt” y “Strike Of The Viper” daban el pistoletazo de salida con un K.K. Downing entregado y un Ripper inconmensurable con sus agudos. Les siguieron cañonazos como “One More Shot At Glory”, “Burn In Hell”, los clásicos de Judas “Nightcrawler” y “Hell Patrol” que sonaron realmente bien y frescos. Y para el final, “Breacking The Law" y “Sermons Of The Sinner” que sirvieron como broche final.

Avantasia se presentaba como el gran cabeza de cartel, con algo de incertidumbre por quien acompañaría a las voces al bueno de Tobias Sammet, ya que Michel Kiske, Jorn Lande y Eric Martin entre otros, no iban a estar presentes. Pero eso no ensombreció la gran actuación de dos horas de la que disfrutaríamos repasando la prolífica carrera del músico, ejecutando temas como la pausada “Spectres”, la alegre “Reach Out For The Light”,  ”Promise Land” o “Alchemy”, de las cuales se apoyó en los “sustitutos” Ralf Scheepers, Tommy Karevik, Adrienne o Bob Catley.

“Let The Storm Descent Upon You” fue pieza central de la velada, así como temazos de la talla de “Draconian Loves”, que fue muy coreada, o “Lost In Space”, la íntima “Lucifer” con Tobías al piano.

Para los bises; “Sign Of The Cross” y “The Seven Angels”, con las que cerraban el espectacular show, al que nos tienen acostumbrados, y subiéndose al escenario todos los participantes de esta ópera rock, despidiendose hasta la próxima.

Momento ahora para cambiar diametralmente de género y disfrutar de The Halo Effect y su death metal melódico.

Esta agrupación formada por músicos conocidos como Mikael Stanne de Dark Trankillity, o Jesper Strömblad, nos deleitaron con un fantástico sonido y una buena actitud, mezclando partes cañeras con otras elegantes y melancólicas, mientras repasaban canciones de sus 2 discos que poseen de momento, destacando ”Days Of The Lost”, “The Needless End”, “Conditional” o la final “ Shadowminds”.

Con Gigatron se ponía punto y final dando ese toque de humor con guiños a bandas como Maiden,y también repasando canciones de sus 26 años de trayectoria, ante un público que ya se recogía y empezaba a pensar en la próxima edición del 2025.