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CRÓNICA: HELLFEST 2015 (20.06.15)

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35 mins

HELLFEST OPER AIR 2015 - Clisson, Francia                    
SABADO 20 DE JUNIO

DOCTOR LIVINGSTONE

DOCTOR LIVINGSTONE

A las once de la mañana nos encontramos dentro del recinto. La fiesta salvaje de los chicos del camping que ni duermen ni dejan dormir en la madrugada cuales trovadores en Guantánamo fueran, teniendo como función martirizar a los que buscaban el descanso con gritos despiadados y carros de choque del supermercado, por suerte no han conseguido jodernos el descanso gracias al uso de tapones en los oídos, aunque seguro que otros metalheads que lean esto habrían preferido verlos colgados del árbol de HELLFEST que ilustra la portada de está crónica dedicada a la segunda jornada, y que muchos utilizamos como punto de encuentro dentro del recinto. Después de pegarnos una buena ducha y desayunar algunos bollitos, zumo y café nos encontramos dispuestos y alerta. Por suerte un año más delante de nuestra tienda teníamos el tenderete social que ofrece los desayunos a un precio módico. ¡Todo facilidades!. Pero vamos al grano, estamos próximos a la carpa del escenario Temple y escuchamos un rumor satánico de fondo, DOCTOR LIVINGSTONE, ¿supongo?, le pregunto a mi compañero, quien afirma

DOCTOR LIVINGSTONE

DOCTOR LIVINGSTONE

sugiriéndome que le recuerdan a los Ghost por los ponchos que llevan puestos, bueno, más bien hábitos. Porque en realidad los vocalistas son como monjes oradores a los que no se les ve el rostro y que leen sus plegarias sobre dos púlpitos separados para que entre medias el resto de la banda pueda actuar, aunque el resto de los músicos sin esconder sus rostros, sí con algo de pintura en su cuerpo. La música es llamativa, una fusión de distintos sonidos con predominio de black metal, redunda en el oscurantismo, tal vez su propuesta caótica sin este tipo de performance no tendría la misma gracia, pero una vez más coincidimos mi compi y yo en lo interesante que puede llegar a ser madrugar para ver a las primeras bandas, que por lo general suelen ser artistas franceses, en este caso de Montpellier.
A continuación ELDER eran los encargados de mover los cimientos del Valley, banda

ELDER

ELDER

originaria de Massachusetts, que en Clisson comenzaba una extensa gira europea que les ocupará hasta mediados de agosto con conciertos programados casi a diario. Cuadrar todas esas fechas con un ritmo tan trepidante como el que nos ofrecieron, es muy probable que les depare el premio buscado, el reconocimiento como una banda distinta para añadir a otras similares destacadas que fusionan psicodelia y stoner mediante riffs muy pesados. Esto lo canaliza muy bien este trío de sonido setentero que busca su sitio en este tipo de mercado con buena conexión hacia el público. Las apariencias engañan, ya sabéis, y por ello choca ver a su delgadísimo cantante y guitarrista Nick DiSalvo romperse el lomo cuando acelera la tensión a un ritmo que ni te imaginas. Si quieres situarte más cerca de su sonido, hazte a la idea como sonarían unos aventajados músicos influenciados por las composiciones de Colour Haze y Sleep.

HAKEN

HAKEN

Los londinenses HAKEN de forma paralela actuaban en uno de los escenarios principales y como suponía, la cosa no terminó de cuajar, pero tiene una explicación lógica desde el siguiente punto de vista. A una banda de rock progresivo cuyos temas son largos y necesitan de su desarrollo, y por lo tanto tiempo para que la gente asimile esos cambios de ritmo, se le hace complicado exponerlos en tan sólo media hora y que el público que jamás te ha visto antes llegue a comprenderte en ese tiempo. Ellos son muy buenos, y esquematizaron a su manera su show. A sus seguidores les sabría a poco, y a los que buscaran tendencias más duras, seguramente se marcharían de bajón a buscar la sombra en el algún sitio. A mí no me terminaron de llegar, y eso que tenía muchas ganas.
Ya había visto a BUTCHER BABIES en una sala pequeñita así que no eran pocas las ganas que tenía de verlas en un amplio escenario lidiando a las masas. Me reafirmo, estas tías tienen un par de cojones que muchos vocalistas ya quisieran para ellos por

BUTCHER BABIES

BUTCHER BABIES

mucho que se las critique que cantan en el mismo tono. Carla y Heidi son hoy en día como unas abanderadas del metal pectoral, tal para cual. Hay que estar en forma para aguantar el trajín continuo que se manejan y saber organizarse para hacer su papel de artista y sex symbol con mucho groove, consiguiendo al mismo tiempo que algunos levanten los puños y a que a otros se les levante la polla. Cuando ellas dijeron venir hacia nosotros al borde del escenario, empezaron a llegar ríos de gente surfeando entre las cabezas como dejándose dominar por su llamada, aunque luego todos esos chicos cayeran en brazos de unos machorros seguratas que vigilaban el foso. ¡qué bonito sueño mientras se flota

BUTCHER BABIES

BUTCHER BABIES

entre las masas atendiendo el llamamiento de dos ángeles caídos! ¿no? Jejeje… Por cierto, la banda que les acompañan, aunque estén en un segundo plano, son excelentes músicos angelinos, así que yo no veo la ficción que otros quieren ver en ellas en este proyecto hecho realidad, que además tendrá un nuevo disco en la calle en agosto titulado “Take It Like A Man” y del que nos adelantaron los temas “The Cleansing” y “Monster´s Ball”. Pensé que tocarían alguna de las versiones incluida en su ep “uncovered” editado el pasado año, pero no, prefirieron tocar dos cortes de su homónimo ep de 2012, los temas “Mr. Slowdeath” y “Jesus Needs More Babies For His War Machine”.

MOTIONLESS IN WHITE

MOTIONLESS IN WHITE

Cuando vi a MOTIONLESS IN WHITE sobre el escenario, pensé que Marilyn Manson había adelantado su actuación. De primeras me pareció una apuesta poco original, pero la combinación de metalcore, con industrial y toda esa capa gótica cincelada de maquillajes blancos sobre vestimenta negra y otros decoros consultados con algún enterrador, me llegó a sugestionar lo suficiente como para pensar en seguirles la pista la próxima vez que tenga ocasión. Su hábitat sin duda está en la oscuridad, pero aquí ya se sabe, tocar de esa guisa a la una de la tarde también puntúa. MIW procedentes de Pennsylvania, están comandados por su cantante Chris "Motionless", y tienen tres discos publicados en diez años de existencia. En esta ocasión decidieron destacar su último disco “Reincarnate”, pues lo fusilaron con prioridad en su set list.

THE ANSWER

THE ANSWER

THE ANSWER fue el gran descubrimiento que nos mostró ACDC hace cinco años cuando les trajeron de gira a España. La banda tiene una fuerza importante, sigue manteniendo un temple a lo Led Zeppelin, y cada vez adquiere más carisma con el paso del tiempo. Su cantante Cormac Neeson es como un predicador del rock, un hippy en tiempos modernos que a través de la oración del blues, tras impartir su misa, baja a comulgar con sus feligreses entre el público, sabiendo que son inofensivos y que tienen ganado el cielo, bueno, en este caso, el infierno, porque el sol era inquisidor a las dos de la tarde. A los pocos minutos de actuación a James Heatley se le empezaba a desmontar la batería. Prodigiosos riffs acedeceros de Paul Mahon y notorio retumbar de bajo de Micky Waters. La gente se lo pasó bomba cuando el vocalista bajó al césped y les ordenó agacharse mientras cantaba rodeado de todo el público, después bien empapado en el sudor de su esfuerzo, ya sobre el escenario, sacaría la armónica para perfilar un genial final de concierto. Cormac se fue mostrándose tal como rezaba el estribillo del tema con el que comenzaban el show, “I Am What I Am”, y que así sigan mucho tiempo.

THE WOUNDED KINGS

THE WOUNDED KINGS

Los doom THE WOUNDED KINGS procedentes de la Gran Bretaña, nos daban una sorpresa en su alineación, no sabemos si decir para mejor, porque ya sabíamos de lo que molaba esta banda en directo tal como la conocimos hace unos meses teniendo al frente de la voz a Sharie Neyland durante estos cuatro últimos años, pero al parecer de nuevo han vuelto a las raíces, con el timbre masculino de George Birch, guitarra en ristre. También cara nueva en lo referente a las partes de bajo. Nuevo ciclo para un sonido que no caduca, melancólico, atmosférico encargado de oscilar con marcadas frecuencias invocatorias a lo Black Sabbath.

GHOST BRIGADE

GHOST BRIGADE

Una vez más nos pesaba la coincidencia de artistas, que sin tener demasiado tiempo para tocar, les gusta estirar los temas todo lo que pueden, así que tomamos el perfil a los fineses GHOST BRIGADE quedándonos claro, que tuvieron que desarrollar un concierto interesante de tinte progresivo, y nos apuntamos para una próxima ocasión la decisión de empezar por ellos en el caso de coincidir con otra banda. Lo bueno de este continuo rondo, que en ocasiones te hace decidir ver a alguien por un tiempo muy limitado, y en otras quedarte a su actuación integra, es que además de ser un festival, tiene su parte de feria, en donde los expositores están continuamente mostrando su producto, haciendo su función, y tú pasas por allí, o vas a visitarlos para consumir lo que te ofrecen, y si no sabías de su existencia, ahí está el gancho para seguirles posteriormente.
Otro de los momentos esperados fue la llegada de ACE FREHLEY y para que nos vamos a engañar, con su pasado Kiss a cuestas, porque en la interpretación de los temas de antaño no sólo era el público quien se sentía más correspondido, pues todos sobre el escenario, incluido él propio Frehley como es obvio, al ceñirse a la música con

ACE FREHLEY

ACE FREHLEY

más garra. La apertura fue con “Rocket Ride”, después fue “Love Gun” cantada por el batería, luego “Shock Me” y finalmente el cierre con “Deuce” echando humo la guitarra tras provocar algún pequeño incendio de forma intencionada en su interior. El concierto tuvo muchos añadidos, como los clásicos shows chapados a la antigua, con sus distintos solos, reparto de temas vocales ya que también cantaría el bajista, lucimientos de sus músicos, con algo de tiempo para temas de su último disco “Space Invader”, de la que tocarían la homónima y también “Toys”. Todos mis respectos para un tipo que tiene 64 años y que aunque juega en otra división diferente a la de sus excompañeros Kiss, la diferencia de lo que hace respecto a ellos la marca en parte el maquillaje, que lo arregla casi todo.

BACKYARD BABIES

BACKYARD BABIES

Cuando hace unos años se movió algo más que el rumor de que BACKYARD BABIES se retiraban, evidentemente esos se estaban haciendo los suecos, y bueno, muchos nos alegremos de poder volver a verlos de nuevo sobre los escenarios. Aprovecharon para tocar un tema nuevo del próximo disco que preparan para noviembre y que llevará por título “Four By Four”. Mientras tanto, os podéis imaginar que su contribución para la ocasión, fue rememorar algunos de esos temas que se clavan como espinas y que da pie al relumbrón de ambos guitarristas, quienes no dejaron de subirse sobre unas plataformas que les hacían despuntar más, especialmente usadas por Dregen. Ver cantar a Nicke Borg enfundado en esa zamarra sudando la gota gorda no te podía dar más calor a las cuatro de la tarde, pero si pensar que no podría estar pasándolo muy bien. Su cantante se tomó un ligero respiro cuando Dregen se acercó al micro e interpretó un tema, y

BACKYARD BABIES

BACKYARD BABIES

luego éste también se tomaría el suyo, sentándose sobre el borde del escenario para fumarse un cigarrito, ejemplo que no dudaría en adoptar su batería desde su puesto de trabajo. La pose macarruza es algo que siempre va ligado a ellos, así que se acepta de buena manera. Desde un primer momento fueron vibrantes e intensos. Cuando quisieron tocar un tema más antes de marcharse, les indicaron que tenían que salir, pero ya con la hora cumplida, alguien les debió indicar que ganaran algo de tiempo hasta que empezaran Airbourne, y les mandaron de nuevo al escenario. Algo gordo, de carácter técnico se estaba cociendo. ¿Cuál era el problema?

AIRBOURNE

AIRBOURNE

Empezó a sonar el tema de introducción de los australianos, y yo que estaba delante del todo, cuando salieron en tromba AIRBOURNE con “Ready To Rock”, me parecía que aquello sonaba bien alto de cojones. Desde luego que seguro que ellos, tal como dice esa canción, no imaginaban lo preparados que iban a estar para el rock (y también dispuestos a sufrir), puesto que tras continuar con “Too Much, Too Young, Too Fast” aquello pegó un pedo y el sonido se fue. Hasta tres veces salieron a escena sabiendo que no se escuchaba nada, y otras tantas tenían que meterse para dentro. Hubo un momento que Ryan o´Keeffe parecía desesperarse más de lo normal, porque se le acaban los recursos y los botes de

AIRBOURNE

AIRBOURNE

cerveza para entretener desde la cruceta central del escenario a un público que empezaba a silbar a la torre de sonido. La organización ya argumentaron cuál sería el problema, y de ello hablaríamos en nuestras impresiones generales que editamos previamente, pero resolverlo no parecía un problema sencillo y se demoraba. Mientras, ellos siguieron tocando hasta que se solucionó y lo cierto que fue para ponerles un monumento, porque salvaron el concierto estoicamente, lo que provocaría que el público aún se volcara más a su favor.

Cuando L7 salieron al escenario aquello parecía una olla a presión, con un público que tenía unas notables ganas de reencontrase con ellas. No era para menos, puesto que después de trece años habían decidido continuar con un capitulo del que en parte eran

 L7

L7

protagonistas mediada la explosión del grunge, y después de todo este tiempo pasado, la pose, la imagen y el sonido parecía que se había transportado de manera dimensional allí. Con tal reencuentro y programación en uno de sus escenarios principales, entendí que Hellfest seguía dando pasos interesantes en la elaboración de sus carteles, y ampliando miras, desde luego aún quedarían grupos interesantes que visionar en esta zona, para otro tipo de público que iba a lo que iba. Vamos, no como nosotros que como podéis leer, no queríamos perdernos ocasión alguna de vibrar con cualquiera que fuera el sonido programado en Clisson. Por eso decidimos que era el turno de deslizarnos hasta el escenario Warzone para ver a TERROR, pues este año es el que a estas alturas teníamos menos pisado, no por desmerecer a las bandas allí programadas, sino porque la calidad de otros tantos artistas solapándose en otras escenas lo habían impedido. Aquello estaba petado, pero nada que ver con lo que acontecería justo después a la hora de BODY COUNT, ya que aquí sería imposible superar el cuello de botella en la entrada. Nos fastidió no poder hablar de Ice-T, pero al menos sí disfrutamos de la energía de Scott Vogel,

TERROR

TERROR

llevando como arma ese vozarrón del que dispone, y custodiado por un numeroso público a sus espaldas que le divisaban la retaguardia con una visión VIP. Bueno, la verdad que cada uno de los músicos se dejaba ver desde cualquier perspectiva porque ellos, aunque vengan de otros puntos del país, representan sobradamente el hardcore norteamericano heredado de las bandas míticas neoyorquinas que todos tenemos en mente, y eso implica hacer que salte por el aire algo más que los decibelios. Presentaron algunos temas de su reciente álbum “The 25th Hour” y otra pila de canciones antiguas. Absolutamente bestiales, haciendo honor al nombre que les representa.

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SLASH

SLASH hacía acto de presencia con una banda que bien podría utilizar para atajar cualquier tipo de versión, pero ya venía con su cancionero propio, el que tiene pactado con Myles Kennedy, quien para mi sigue siendo la otra mitad que posibilita que esto salga bien sobre escenarios de tanta embergadura, con el respeto de los Conspirators, como se hace llamar al resto de la banda que les acompañan. Myles es quien prepara el terreno para que Slash ponga a prueba su onanismo guitarrero. El señor de la chistera, el de las guitarras de doble mástil, un

THE CONSPIRATORS

THE CONSPIRATORS

secuaz de la época de Guns N´Roses, que era lo que mayoritariamente la gente quería oír, ¡qué raro! ¿no?, y que Myles lo ejecutaba a imagen, pero no a semejanza, lo digo por los tonos, pues utilizó sus propias fórmulas para que el conejo igualmente saliera por esa chistera. Los temas de los Guns que tocaron con la estimable asistencia del pública fueron “Nightrain”, “You Could Be Mine”, “Sweet Child O´ Mine” y “Paradise City” en el cierre, con la pedrea previa de “Slither” de Velvet Revolver. Un concierto clásico pero muy atractivo.

COFFINS

COFFINS

Nos metimos una buena carrerita para ver lo que nos diera tiempo de la actuación que estaban dando los japoneses COFFINS, buscando algo de exotismo en su death metal manido, pues no queríamos dejar pasar la ocasión de ver a este grupo que venía desde tan lejos, aparentemente joven (pues los ojos engañan). Su cantante a veces más bien parecía la silueta vocal de los Ramones, y lo del manojo de llaves (¿de casa?) colgando de la hebilla del pantalón más de estética punk que otra cosa, pero guay que tengamos ocasión de opciones raras de vez en cuando en Hellfest.

BRANT BJORT

BRANT BJORT

Un esfuerzo más dentro de la misma franja horaria para pillar a BRANT BJORT sobre el escenario antes de que el reloj marque el final de su show. Como era de imaginar, el lugar estaba a tope porque la ocasión bien merecida lo era. Un tipo con su expediente discográfico, teniendo los galones colgados de por vida como uno de los responsables del stoner en su época dorada, no es para menos. Esencia de los sonidos deserticos, con ellos despuntando con toda la carga emocional que ya hace años ejecuta en solitario, y que siempre vamos a entrelazar con Kyuss, Kyuss Live!, Vista Chino, o cualquier otro derivado que implique realzar la memoria sonora de Palm Desert.

ORANGE GOBLIN

ORANGE GOBLIN

En este mismo escenario de nuevo pisaban las entrañas de Hellfest los londinenses ORANGE GOBLIN, tirando de ese particular encanto que tiene la banda con la conjunción de temas enérgicos bañados en una iluminación claroscura que termina de tintar el publico con su inquietud. Rara vez les verás fallar en directo porque tienen perfectamente ensamblada su puesta en escena lista para la demolición, vamos, siempre como al anillo al dedo allá por donde van, salvo en honrosas excepciones, pues aún mantenemos el recuerdo de algunas fechas acompañando a Saint Vitus en gira. Pero aquí, donde nos ocupa, no hubo lugar a la duda, y marcaron ritmo y temple como pensábamos. Y digo yo una cosa… para que van a variar algo más que el set list, si lo que espera la gente de ellos es su habitual puesta enérgica a disposición de quien les asista en vivo.
Cuando le tocó el turno a ZZ TOP, esperábamos que repitieran en el mismo lugar y mismo escenario una gesta similar a la que vivimos hace dos con los barbudos Billy Gibbons y Dusty Hill en primera línea de escenario cambiando la estética de sus

ZZ TOP

ZZ TOP

guitarras. Y no sé porqué, me dio la sensación que este concierto fue muy parecido, eso sí, sin tanta masificación como entonces. Sino fue el mismo guión, si tuvo un similar planteamiento. No sonaba tan alta su música de cara al público, y tal vez esa falta de fuerza en consonancia con sus leves paseítos y breves bailecitos haría de aquello algo más light de lo esperado. Aunque memorable lo siguen haciendo, y da gusto porque su blues rock hacía imaginar el rugir del tubo de escape en carretera, que de ellos hacen gala en sus micrófonos. Los videos e imágenes con clips y otros motivos que recuerdan su trayectoria los vimos también la otra vez, y por eso a mi particularmente no me motivó lo mismo que a quien los pudiera ver por primera vez. Incluso me llegué a distraer mirando desde lo alto de la explanada lo que estaba ocurriendo en el escenario principal contiguo,

FAITH NO MORE

FAITH NO MORE

porque de repente se estaba preparando el escenario para Faith No More, y no dejaban de salir señores decorando con decenas de jardineras todo espacio posible. Otras leyendas de tiempos más recientes esperaban su turno, pero antes quedaba el final de las que nos ocupan, que tras tomar el pulso al público con “Gimme All Your Lovin” o “Pincushion”, recordaron el “Foxy Lady” de Hendrix, para terminar de ganarse al público con un ligero vacile en “La Grange”.

FAITH NO MORE

FAITH NO MORE

FAITH NO MORE salían vestidos completamente de blanco y el escenario era un espectáculo floral de atrezo no caduco. Divisábamos las puertas del cielo, flanqueadas de estos súbditos de San Pedro a las puertas del Paraíso. Demostraron ser esa banda siempre rara, madura, caótica y a veces paranoica que los fieles querían ver con un paraguas sonoro acorde. Os contaré en modo anecdótico, como Mike Patton después de repetidas veces llamar la atención de la gente de seguridad, terminó señalando a uno de los maromos en el foso mientras sonaba la magistral versión “Easy” de Commodores, momento que aprovechó para dejase caer el vocalista entre sus brazos, y tras levantar los suyos propios en alto y sugerirle que le desnudase, Patton entonces le diría que le diera su mono naranja de

FAITH NO MORE

FAITH NO MORE

trabajo, accediendo el chaval de seguridad tras un pequeño momento de confusión, así que tras abrazarlo el cantante y el resto de compañeros de seguridad seguirle el juego, fue alzado de nuevo para que de esa guisa terminara su concierto, vestido con unas cuantas tallas de mas. Con casi una veintena de temas de lo más variadito y haciendo sonar sus recientes “Motherfucker” y “Superhero”, uno para dar comienzo y el otro para terminar antes en los momentos previos a los bises, dieron para todo tipo de situación imprevista y anecdótica. Posiblemente fue un concierto que no terminara de gustar a los no iniciados en FNM, pero eso ya es otra cuestión de opinión de cada cual. A “Midlife Crisis” por ejemplo, le metieron algún sampler funky dándole un toque más bailable, incluso aquí dejaron de tocar el tema un instante imitando todos los músicos estar en fase de petrificación. Y como era lógico, no faltaron “Epic” y “We Care A Lot” para evitar que más de uno se marchara con el disgusto en el cuerpo.

SCORPIONS

SCORPIONS

Antes de que tocaran Scorpions, la organización preparó un estudiado y emocionante espectáculo pirotécnico, que cabalgaba a distintos ritmos al son de música tan dispar como Slayer o Queen. Y es que diez añitos merecían algo más que unos cuantos fogonazos, y para que todo el mundo pudiera apreciarlo se paró toda actividad en los escenarios. A continuación SCORPIONS aportaría el espectáculo sonoro que la gran mayoría no quería perderse. Era nuestro caso, porque antes de dar un paso hacia otros escenarios que sobre esas horas anunciaban a Obituary y Triggerfinger en otros puntos del recinto, al menos había que degustar algo del cancionero popular que tanto ha marcado las distintas generaciones. Decidieron abrir con un reciente “Going Out With A Bang”, seguir con “Make It Real” y cautivar con “The Zoo” y “Coast To Coast”. Así fuimos disfrutando de su espectacular escenario teniendo en un nivel más alto a James

SCORPIONS

SCORPIONS

Kottak zumbándole como nadie a la batería. A esta zona subirían el resto de la formación ocasionalmente, cosa que agradecería el público más alejado para paliar los problemas de visibilidad. Además de las pantallas de la organización laterales, la propia banda llevaba una gigante tras ellos que iban pasando distintas secuencias de los músicos. Decido marcharme ante lo previsible del espectáculo, ya que los he visto recientemente en otras ocasiones, y así poder inspeccionar los terrenos mencionados hace unas líneas, aunque, volvería para el final del concierto, que definirían con “Blackout”, “Still Loving You” y “Rock You Like A Hurricane”, haciéndome pensar que en esta ocasión han sido más directos e incisivos mejorando la monotonía de la anterior vez que tocaron aquí.

TRIGGERFINGER

TRIGGERFINGER

TRIGGERFINGER es una banda belga tan enérgica e impresionante en directo que si ves su nombre escrito en un cartel o de gira cerca de tu casa, no deberías dudar en pasarte a descubrirlos. Te engancharán. Yo los conocí en la edición de 2012 de Azkena Rock Festival. Y este sería mi reencuentro con su locura, mezcla de blues, hard rock y stoner. El trío continuamente llama la atención por su contundencia musical, pero también por las performances, aparentemente improvisadas, pero seguro que estudiadas a conciencia. Hombre, que mientras el batería se hace un solo, de repente agarren dos focos tochos sus compañeros y desde los laterales le empiecen a iluminar con todas las luces apagadas seguro estaba en el guión (lástima que uno de ellos se fundiera), pero que su cantante y guitarrista Ruben Block se ponga a dar vueltas alrededor del batería por todo el escenario trayendo loco al roadie y que cuando se quiera dar cuenta tenga desenganchado el cable del

TRIGGERFINGER

TRIGGERFINGER

instrumento, eso ya no lo sé. Mario Goossens, tiene sus momentos cumbre también cuando se pone a morder y chupar con lascivia los platos a los que a veces también acaricia con la cabeza. Cada uno pone su sello, incluido Paul Van Bruystegem, el bajista, con un toque de etiqueta en la vestimenta, para detallar más su personalidad. Para llegar a este escenario, he tenido que abandonar a Scorpions y pasar por delante de OBITUARY, y aquí me quedaría un par de temas mirando desde la parte trasera fuera de la carpa, pues está masificado el terreno, y haría lo propio a la vuelta cuando iba a enfilar el final del show de los germanos, con lo que disfruto de otra ligera pasada para ver la demolición final con “Inked In Blood” y “Slowly We Rock”. Creo que me he perdido un gran concierto, pero más no se puede estirar la goma.

BIOHAZARD

BIOHAZARD

El Warzone se merecía una nueva visita antes de que terminase esta jornada y BIOHAZARD era la excusa perfecta. La banda sigue teniendo un potencial espectacular con Billy Graziadei al frente de la voz y guitarra como único miembro original, contagiando con sus saltos hardcoretas al resto de compañeros y a un público que no tenía espacio para llevarlos a cabo. Desde que Evan Seinfeld decidiera abandonar la banda para pasarse al mundo del porno duro y así follarse a actrices como Tera Patrick y Lupe Fuentes, a la postre esposas suyas, pensé que ya la formación neoyorquina no me la podría poner tan dura como sus películas, pero que equivocado estaba. Creo que éste era el concierto adecuado para cerrar la noche, ya que en una hora la lista de canciones frenéticas que sonaron fue total, con escenas de vértigo sobre el escenario, también momentos improvisados, incluso una versión del “We´re Only Gonna Die” de Bad Religion. Estoy convencido de que cuando le vuelva a ver la polla a Evan Seinfeld en alguna de sus películas, ya no me parecerá la misma. Ya os contaré si tengo ocasión (y os interesa).
Textos y fotos: Raúl García / Oscar Torres

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