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LEYENDAS DEl ROCK 2025
Crónica de concierto

DESERTFEST BERLIN 2024, Alemania (24, 25 y 26 de mayo)

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De nuevo en Berlín para disfrutar de tres días por delante, dedicados a los sonidos desérticos, psicodélicos, doom… pero también brindando ciertos aires progresivos dentro del rock y del metal, incluso acogiendo thrash metal clásico. La sede actual del festival, tuvo un variado programa que fue alternándose entre los escenarios del Columbia Theater y Columbia Hall, dando el juego esperado, habiendo más margen entre actuaciones este año para poder disfrutar de todo lo programado. Pude descubrir bandas nuevas, puesto que este año apostaron por bastantes artistas alemanes en proyección. Y por supuesto, no puedo dejar de lado el reseñable programa de entrenamiento situado en mitad de ambos puntos de actuaciones, con un pequeño escenario situado en el exterior, en donde además de tener lugar pequeñas actuaciones, pudimos disfrutar de las sesiones bizarras del Freakshow Cabaret.

 

DÍA 1, VIERNES 24 MAYO

NEÀNDER fue mi escopetazo de salida. Una banda natural de Hamburgo que puso a desfilar su amplia capacidad musical para englobar sonidos que les puede hacer ser etiquetados por varios géneros musicales. Así que disfruté de esa entretenida y rítmica coctelera de rock instrumental y ambiente variable, en donde se mezclaban cables de post metal, doom, stoner o incluso de black metal, y todo sin prejuicios ni miramientos en la duración de sus composiciones. Un buen golpe inicial de música de ensueño hecha por soñadores.

Los suizos MONKEY3 ofrecieron su despliegue de sonidos armoniosos ilustrados con cierto misticismo y psicodelia en lo que fue un comienzo que tributaba a Pink Floyd. A partir de ese arranque cautivador, fueron marcando sus tiempos en una constante progresiva que marcaba el desarrollo de un aura especial en todo el entorno, en donde el protagonista era su último trabajo “Welcome To The Machine”. Fue un éxtasis continuo, liderado por los riffs de su guitarrista, aunque a partes iguales todos ellos iban creando la esencia sonora de estas máquinas de fumar vaper, que como de costumbre, llenaron de humo todo el escenario cada vez que vaciaban sus pulmones con la expiración correspondiente. La inspiración venía en cada parte instrumental encontrada con efectos y pedaleras que te transportaban a un viaje espiritual por donde tú te dejaras llevar.

THRONEHAMMER ofrecieron un concierto con una épica doom muy contundente, de esas que agarrotan. La intensidad de la formación a la hora de ejecutar sus canciones, guardaban correlación con la nebulosa que se escenifica sobre el escenario, pues manejaba tanto humo durante su set, que a veces ni se les veían. Kat Shevil Gillham, su cantante, aparentaba ser una persona de pocos amigos, al menos en su papel artístico a la hora de definir tan salvaje puesta de escena.

KOMBYNAT ROBOTRON tocaron en el espacio exterior entre las dos salas, un buen lugar para exponer sus alocadas ideas musicales, las cuales empezaron a gestarse hace seis años, y que están llenas de interminables jams con mucho de rock psicodélico. Sus músicos, procedentes de Kiel, llevaban unos batines blancos, como buenos doctores encargados de atajar con manos de cirujano, distintos remiendos sonoros, que hicieron de su base sonora, un viaje espacial de alta intensidad.

ACID KING con toda su veteranía a cuestas siguen teniendo ese toque que a pesar de los años transcurridos recuerda a piezas sabbaticas. Sus conciertos siempre son pesados, dicho en el mejor de los sentidos, con su líder Lori S. Joseph, voz y guitarra, al frente del cotarro. En la música de la banda de San Francisco siempre hay unas gotas de variedad que hacen sde u música un cómputo de energía fundida en doom, stoner y rock psicodélico. Y suele ser una baza que no falla, pero esta vez se me hicieron algo más densos de lo que de por sí, su música da para expresar. Aun así, la sala estaba en formato colapso, disfrutando de todo lo que generaba esa música tan influyente para músicos de distintas generaciones.

Hace algo más de una década, cuando tuve ocasión de descubrir en vivo a BLACK PYRAMID, me parecieron una de las bandas más interesantes del momento. Ahora que hasado un tiempo que no los veía, me siguen pareciendo, a pesar de los vaivenes de movimientos en su alineación en los últimos años, que han conseguido ostentar, tal como pronosticaba entonces, ser una de las bandas a tener en cuenta siempre para aquellos que aman el stoner, el doom y los brutales bloques de sonido que flotan oscilantes desde sus amplificadores. Puede que te encuentres con decenas de grupos que te suenen parecido, pero la chispa que tienen ellos es algo especial.

PIGS PIGS PIGS PIGS PIGS PIGS PIGS una vez más fueron  para un servidor de los momentos esperados de la noche. Dieron un show lleno de musculatura, con todos sus integrantes moviéndose de tal forma que pareciera se fueran a desmontar por piezas sus cuerpos, y con un especial derroche a raudales de su cantante, quien iba marcando una aventurera performance llena de caos organizado, que como de costumbre fue ganándose al público desde el primer momento, bien se encontrara en el centro del escenario, o marcando las distancias para lo que vendría después, desde uno de sus laterales. En resumidas cuentas, mucha intensidad, variando sonoridades, algo en lo que ellos se manejan muy bien.

Los neozelandeses EARTH TONGUE nos brindaron la ocasión de conocer aquí su nuevo trabajo “Great Haunting”, semanas antes de que se pusiera a la venta. La destreza que tiene este dúo metálico, pero lleno de psicodelia, es ideal para acallar a la gente que llena de murmullo los locales mientras un artista está actuando. Desde que empezaron a ser conocidos por una pequeña rendija del underground, han ido convirtiendo su sonido, aún con tintes de culto, en algo imprescindible para aquellos que los visualizan por primera vez. Su cantante y guitarrista Gussie Larkin no se anda con tonterías a la hora de crear riffs de guitarra que enganchan con intensidad, del mismo modo que Ezra Simons le sigue el ritmo con contundentes golpeteos a una velocidad de vértigo tras la batería.

Los belgas AMENRA cerraron esta jornada, haciendo su post metal de esa manera ya cotidiana sin secretos, mezclando su musicalidad llena de oscuridad con una sinuosa energía que a veces cogía una aceleración sin control. Sus figuras se desenvolvieron muy bien entre las luces que los muestra como entes más que como personas. Fue el espectáculo que esperábamos. Tan llamativo como progresivo en sus maneras de alternar los contrastes más lentos e intensos de su música, utilizando esa gran pantalla que llevan tras ellos y evocando más mística si cabe a su directo tras visionar las imágenes que iba proyectando.

 

DÍA 2, SÁBADO 25 MAYO

EINSEINSEINS fueron como un suculento soplo de aire fresco, lo digo sobre todo por su tendencia musical, con una destacada base en los sintetizadores y voces moduladas, que iban incorporando a su estructura Krautrock guitarras y baterías de corte más eléctrico. Una bonita fusión experimental, llamativa también por los bailoteos constantes de su cantante, que no perdía ojo en ningún momento a la ejecución de los teclados así como a la respuesta que le generaba al público.

DIRTY SOUND MAGNET fueron muy peculiares gracias a su ecléctico sonido. A este trío procedente de suiza, le tira mucho la fusión del rock clásico tornado en setentero, pero con un claro componente de blues rock en las raíces. Lo cierto es que el concierto iba teniendo vaivenes sonoros que cambiaban la intensidad, pero no por ello, dejó de ser un concierto dinámico, entretenido y lleno de furia, al mismo tiempo que con pautas de delicadeza, en donde su cantante y guitarrista se dejaba el alma en cada uno de esos riffs infinitos que parecían absorber la salud del creador de los mismos, consiguiendo gestos paranoicos en su cara, que a veces te recordaban por las expresiones que conseguían, tener delante la imagen de un Roberto Iniesta psicodélico. Fue un concierto con muchos momentos pintorescos, y es que la banda tiene un aura especial.

El trío instrumental berlinés ZAHN fue otra baza sorpresiva. Mi primera toma de contacto con ellos y su música. Hacen un noise rock que fusiona sludge y post-punk con detalles vanguardistas que presenta riffs muy eléctricos y bazas electrónicas gracias a un sintetizador que utiliza su bajista Chris Breuer, quien por cierto formó parte de The Ocean por un periodo breve de tres años hace ya tiempo. El resto de compañeros también vienen de otras bandas, así que este plan es perfecto para aunar inquietudes de forma sólida, y parece que queriendo darle un rollo más trascendente.

HECKSPOILER son un dúo austriaco formado por un batería y un bajista encargado de las voces, que tocan como si hubiera más músicos sobre el escenario. El corto set que disfruté fue intenso con rasgos rock and roll y punk rock que a veces le daban un rollo que igual sonaba a Motörhead que a Therapy, vamos, que eran como si fueran un pequeño tributo a muchas cosas noventeras, eso sí, hecho con mucha actitud.

SIENA ROOT ya son una banda de talla alta, aunque en su particular división dedicada a la música de los sesenta y setenta. El rock psicodélico y hard rock que tienen como base da todo el juego en el que quieran ellos mismos profundizar, por eso cuando su cantante se sienta al órgano para darle torna más intimista al espectáculo, no pierde para nada el ritmo, aunque estemos en una de sus secuencias más relajadas del show. Es como se mostraba la música de nuestros antepasados, que ellos llevan muy bien por bandera, de forma auténtica y que ejecutan de manera muy profunda. Además seguro que consiguieron que más de uno volviera a darle una vuelta al rock primigenio para disfrutar de los padres de la música que influyeron para que  festivales como éste tengan lugar cada año.

Los alemanes DAEVAR con dos discos publicados y muy buenas intenciones a la hora de mostrar sus influencias, también formaron parte del muestrario de nuevas bandas a descubrir en esta edición, plagada de novedades y oportunidades, que todo quede dicho, no estuvo nada mal. Me decían al oído que esta banda de Colonia se parecía a la banda de Dallas True Widow, y en cierto modo, es que son muy similares, combinando esas composiciones melódicas, ritmos grunge con oscilante misticismo y una notable carga de doom metal.

DÿSE en cambio, con sede en Berlín, me recordaron a Mantar, aunque musicalmente con toques más alternativos. Mientras su guitarrista cantaba y profundizaba a todo trapo en las composiciones a exponer, su batería, además de encargarse también del micrófono, hacía de las suyas dentro del especio que abarcaba su instrumento y también fuera. Incluso llegó a arengar al público para que se juntaran todo lo que pudieran para después lanzarse desde el escenario… ¡horror!... ¡con los pies por delante!, seguro que haciendo pupa a algún inocente que sólo quería disfrutar de la pesadez de su sonido, en lugar de la pesadez de su cuerpo.

ZERRE se plantaron en el escenario con sus camisetas de Faith No More, Misfits, Metallica y Slayer, lo cual daba una idea de las intenciones del quinteto bávaro llegado desde Wurzburgo. Su concierto fue un sota, caballo y rey de thrash metal clásico, entretenido, y bien expuesto para que disfrutáramos de otro de los momentos alejados de la estructura musical habitual del festival, que ya de por sí es variada. Consiguieron darle un toque de distinción al festival, algo de agradecer cuando se trata de tantas horas de programa.

THE CRAZY WORLD OF ARTHUR BROWN fue una gran ocasión de ver al singular Arthur Brown con sus performances escénicas y cómo no, con su cabeza en llamas mientras entonaba el clásico “Fire”. Cerca de cumplir los 82 años, demostró no haber perdido su punto histriónico sobre el escenario, cambiando de atuendos y carcasas en la cabeza, cada ocasión que requería la ocasión. Empleándose a fondo con su voz, de buen tono aún. La cobertura del resto de la banda fue fundamental para que se hiciera realmente entretenido y dinámico el show, pues cada vez que alargaban las canciones metiéndose en partes instrumentales, le permitía a este gurú del culto hacer sus apaños de vestuario.

APTERA tienen su cuartel general en Berlín, pero al parecer este grupo de cuatro integrantes femeninas proceden de Brasil, Italia, Bélgica y Estados Unidos. Sonaron realmente bien, con una mezcla de sludge, doom, blues y metal clásico donde las voces sonaban con un toque gutural, de las que se encargaron su bajista y una de las guitarristas. A pesar de la crudeza de su propuesta, las bases instrumentales estuvieron llenas de armonías y buen ritmo.

Los estadounidenses OSEES generaron la locura esperada, incluso desde el momento que comenzaron con una breve y rápida prueba de sonido. Es evidente que todo gira en torno a su mentor, el guitarrista y vocalista John Dwyer, pero la banda que le acompaña es un cañonazo para alargar hasta los límites del sufrimiento, esa maquinaria de generar ruido con dos baterías haciendo percusiones al mismo tiempo, logrando la contundencia necesaria. John Dwyer está zumbado, eso forma parte del espectáculo, claro está, y se lanzó al público en plancha desde el escenario, propinando algún golpe irremediable a alguien de la primera fila, pero momentos después, ya una vez sobre el escenario, y aún continuando el tema sonando, tuvo el detalle de volver a descolgarse el instrumento, esta vez no para saltar, sino para pedir disculpas y darle un abrazo a la persona que se llevó por delante minutos antes. También tuvo el detalle de abandonar el escenario en plena fase instrumental sin control, para ir a buscar decenas de botellas de cervezas al camerino y al volver a escena, abrir con el mechero los recipientes uno a uno a una velocidad de vértigo, para servirles mientras tocaban hasta la extenuación a sus compañeros, y así refrescarse sin que parase la fiesta. Una locura en conjunto, que puso el punto de distinción del día, y de la noche, porque con ellos ya terminaba la jornada segunda de Desertfest Berlin.

 

DÍA 3, DOMINGO 26 MAYO

Con NIGHT BEATS tenía una cita pendiente, que pude cumplir aquí, pues la primera vez que les tenía echados el ojo para verlos en directo fue en el Sonicblast Fest portugués en 2022. Como por aquel entonces cancelaron su gira europea veraniega, me quedé sin verlos, así que aquí la cosa se enmendaría, aunque con poco tiempo programado para ellos. La forma de armar el rompecabezas que supone las canciones de la banda texana, es cosa de Danny Lee Blackwell, consiguiendo como resultado canciones con un toque de distinción, en donde el formato de acabado artesano, pasar por ser una mezcla lo hipnótico con lo que pudiera ser la banda sonora de una película Spaghetti Western. Un concierto de lenta cocción que dejó claro, las innumerables horas que emplea en el estudio para definir lo que nos mostró en directo.

MONDO GENERATOR tuvo su momento estelar, aunque bueno, ya de por sí, Nick Oliveri tiene esas cualidades adquiridas con el tiempo. No descubriré nada nuevo, cuando cuento que este padrino del stoner hace tiempo que entrega momentos buenos y momentos peores a la hora de subirse sobre un escenario. Este show sin duda fue cojonudo. Sonó todo brutal y además bien ejecutado parte del trío, quienes fueron dando forma, no sólo al proyecto Mondo Generator, sino también a los temas de Kyuss que hicieron, y que la gente esperaba como agua de mayo, generando la euforia esperada cuando sonaron “Supa Scoopa And Mighty”, “Allen´s Wrench” y “Green Machine” en el cierre. También tuvo un momento emocional al dedicarle a Mark Lanegan el tema “Invisible Like The Sky”.

Los suecos BOTTENHAVET tenían la ocasión de presentar su disco debut “Ljud I Tysta Rum”, publicado tan sólo unas semanas antes, y que incluye evidentes  influencias del sonido hard rock de los años ´70, además entonados  en su idioma natal. De eso trató su concierto, además de dar cuenta de otros temas publicados en formato menor con anterioridad. La banda de Estocolmo entregó un punto de distinción, influenciada por pasajes de rock más clásico, y poniéndole fundas de rock melódico con delicada armonía vocal, consiguiendo ofrecer un sonido distinto y diverso.

Desde Mali TAMIKREST sonaría como un punto y aparte sobre lo anteriormente visto y oído, gracias a los sonidos más cercanos a África que practicaron. La partida la iban jugando Ousmane Ag Mossa con esa particular voz y forma de tocar la guitarra, junto al percusionista Aghaly Ag Mohamedine, ofreciendo reflexiones positivas sobre dejar atrás luchas tribales, el estado actual del Sáhara y el mundo político que lo rodea en líneas generales. Con los sonidos tradicionales que fueron haciendo, acercándonos a una cultura no tan distante, era llamativo ver también a músicos europeos haciendo del momento un bonito contraste, como si quisieran decirnos, que es posible que el futuro de una vez traiga un mundo más justo, donde realmente los pueblos hermanados tengan más oportunidades.

Otra banda de Berlín, ZUKUNFT, de quienes conocía poco hasta que los vi actuar unos minutos en la parte central del recinto, al aire libre, y que era como un expositor para todo lo que iba sucediendo bajo una pequeña carpa que protegía de la amenazante lluvia. El cuarteto se deja llevar por temas de cadencia prolongada y abiertamente experimentales, dándole un ligero enfoque Krautrock, que quedaba tal vez algo suave, pero curioso, y cercano a psicodelia.

El turno de RUFF MAJIK, acogidos en Alemania, pero venidos desde Sudáfrica. Alguna de sus canciones tenían tal dinámica instrumental que podrían emplearse para alguna banda sonora de Tarantino. Me dio la sensación de que tenían algo cautivos al público, lo digo por la impresión expectante de muchas de sus caras, y en determinadas ocasiones, pareciera que querían montar alguna tropelía sobre el escenario de esas gordas, más allá de la intensidad que de por sí da su música. El final fue espectacular, con un prolongue de pieza al que únicamente le faltó destrozar todos sus instrumentos.

Con BRANT BJORK TRIO el lugar estaba a tope porque la ocasión bien merecida lo era. Con la historia que lleva sobre sus espaldas este tipo, teniendo los galones colgados de por vida como uno de los responsables del  nacimiento del stoner en su época dorada, no era para menos. Vivimos su esencia, esa que llevan los sonidos desérticos varias generaciones atrás, haciendo despuntar esa carga emocional que hace años ejecuta en solitario, y que siempre vamos a entrelazar con las formaciones Kyuss, Kyuss Live!, Vista Chino o Stöner. A estos últimos los vimos aquí en la pasada edición del festival, posibilitando que estuvieran tocando juntos Brant Bjork, así como Nick Oliveri al bajo y Ryan Güt a la batería. Este año tocaban también, pero lo hacían por separado. Fue un concierto de pegada intensa, y de buen sonido, muy rotundo. Nos quedamos muy satisfechos.

SUNNATA llevan una década paseando su genuino sonido por los escenarios desde que publicaran aquel debut “Climbing The Colossus”. La formación de Varsovia ha ido acrecentando su atención gracias a su poderoso doom escénico, que les traía hasta Berlín para presentar al menos dos temas de su reciente álbum “Chasing Shadows”. Supongo que la premura de la presentación era lo que le llevó a su cantante a colgar con un soporte el móvil en la barra del pie del micrófono, y así tener a la vista la chuletilla con las letras de las canciones más novedosas, pues daría cuenta de los temas “Chimera” y “Saviour´s Raft”.

La influyente y veterana banda MASTERS OF REALITY, teniendo como eje principal a su guitarrista y cantante Chris Goos, ofreció un repaso importante a su discografía, comenzando por su primer trabajo homónimo, del que rescataron al comienzo el tema “The Blue Garden”. Después le seguiría un suculento desfile de piezas emocionales, que timbró con su voz desde el lugar en el que permaneció sentado, mientras los presentes disfrutaban de la ocasión como uno de los grandes momentos excepcionales de la jornada. El capo influyente en el desarrollo del stoner rock, también productor de Kyuss y Queens Of The Stone Age, contaría con Nick Oliveri hacia el final del show, para que se uniera a interpretar el tema “Time To Burn”.

FULL EARTH nos ofreció su psicodelia con cierta templanza e hipnotismo guardando algunas de sus cartas maestras a través de las consolas de teclados y sintetizadores. Para quien conociera a la banda Kanaan, que tocaron en Desertfest Berlin el pasado año, digamos que es un proyecto paralelo de tres de sus integrantes, aunque la batuta la dirige el compositor y baterista Ingvald Vassbø, que además de tocar en Kanaan, también lo hace con Motorpsycho. Si algo logra de manera eficiente este grupo, son fascinantes paisajes sonoros llenos de ritmos a propulsión, en donde los tecladistas van dando juego a su magia sonora de forma muy atrayente.

El show de PENTAGRAM estaba anunciado como concierto de despedida en Alemania, pero nos alegró saber a través de ellos mismos, avanzado el concierto, que editarán próximamente un nuevo disco. Quien sí estaba de despedida era su bajista, y así lo hizo saber en algún momento entre temas. Su carismático líder y cantante Bobby Liebling, no pareciera que esté dispuesto a guardar la toalla así como así. Y eso que momentos de penurias los ha tenido a lo largo de su carrera. Pero desde hace algunos años, parece que la suerte le sonriera a la eterna banda de culto, cuya única luminaria es el mismo. Los entusiastas del doom disfrutaron de un show previsible, donde los temas de época sonaron geniales gracias a la formación actual, quienes se encargaron de darle este toque actualizado y contundente. Su vocalista se esmeró en hacer que el espectáculo fuera igual de teatral que siempre. Su enclenque aspecto, delgado y frágil, es algo a lo que sabe sacar partido tan peculiar personaje.

Texto y fotos: Raúl “Mister Virus” García

Fotos de DESERTFEST BERLIN 2024, Alemania (24, 25 y 26 de mayo)

Publicado el 15 de junio, 2024
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Colaborador de TNT Radio Rock

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