HELLFEST 2024. Clisson, Francia. Día 1 (27/06/24)

ASINHELL fue una buena ocasión para ver a Michael Poulse, fuera de su zona de confort como voz y guitarrista de Volbeat, en este otro proyecto paralelo que tiene junto a un puñado de músicos que demostraron amar y sentir el death metal de la vieja escuela. Poderosa actuación a pleno sol sudando riffs muy metálicos a borbotones.

La banda de Boston MORNE pegó un repaso a sus vibrantes temas oscilantes temas de doom mezclados con otros sonido más estridentes, en lo que fue una actuación llena de oscuridad que le venía que ni pintado a la carpa Temple. Consiguieron unas atmósferas sonoras que te hacían quedarte inmerso en cada pieza que fueron ejecutando.pegó un repaso a sus vibrantes temas oscilantes temas de doom mezclados con otros sonido más estridentes, en lo que fue una actuación llena de oscuridad que le venía que ni pintado a la carpa Temple. Consiguieron unas atmósferas sonoras que te hacían quedarte inmerso en cada pieza que fueron ejecutando.

La capacidad que tienen los veteranos INMOLATION para dejar constancia de su poderoso y ruidoso death metal no tiene parangón. Son treinta años de actividad llenando cada show de su sonido extremo. Esta es una de las carpas donde aún tocan bandas que no han perdido la identidad en el lugar. Entrar al escenario del Altar es saber a ciencia cierta que lo que te vas a encontrar es crudeza pura, pero en el caso de la banda de estos neoyorquinos, la clase fue por delante, llena de técnica y sin dilaciones entre temas.

Uno de los grandes momentos del día en el escenario Valley fue la actuación de KHEMMIS, lo que antiguamente era otra de las carpas donde la música doom y el stoner se daban la mano en un sitio lleno de magia, por como sonaba aquel lugar años atrás y las facilidades de visión que ofrecía. Ahora al ser este escenario al aire libre y estar situado en una explanada que a poco de llenarse limita mucho la visión, además de a veces tener problemas con el sonido, hace que los que pasemos por allí, no disfrutemos como era antes, pero aún así, los estadounidenses pusieron a prueba todo inconveniente y amplificaron sus temáticas melódicas, intentando que el público que andaba por allí arremolinado entendieran su folklore doom, cerrando con un espectacular “A Conversation With Death”, en donde le cantan a la Muerte que le perdone por otro año. Maravillosa letra, donde la Muerte responde al interlocutor que está abriendo la puerta al Cielo y al Infierno y que su alma gritará en el Infierno. Su cantante encarnado en el protagonista de la historia termina suplicando a la Muerte que le perdone. Muy emocionante final.

ICE NINE KILLS en la zona de los Mainstage pusieron a vibrar a todo el mundo, no sólo por el metalcore bailable que hacen, sino por el continuo espectáculo que dan sobre el escenario donde las vísceras, y mutilaciones de cuerpos de goma van teniendo lugar mientras sus integrantes se muestran como unos auténticos protagonistas ante la amenaza zombie, con sus rostros y ropas ensangrentadas. No hubo un solo minuto donde tuviéramos entretenimiento visual y auditivo por igual mientras se movían nuestras piernas.

KERRY KING nos daba la oportunidad más inmediata de verle hacer sus canciones en solitario con un estilo nada distanciado de lo que siempre ha hecho en Slayer. Como ya sabíamos que en Madrid no lo podríamos ver, al haberse cancelado su concierto, la ocasión era doblemente apetitosa, y no perdimos detalle alguno. Fue un concierto correcto, con una banda muy bien dotada, con estilo propio, que fueron marcando junto al jefe, aunque dejaran pinceladas de sus otras bandas, sobre todo por parte de la voz de Mark Osagueda, cantante de Death Angel. Cada cual aportó su pincelada, aunque la que mejor cuadraba sin duda cuando interpretaron los esperados temas de Slayer, fue la de su compañero Paul Bostaph, una apisonadora muy engrasada cuando llegaron los temas “Disciple”, “Raining Blood” y “Black Magic”.

BABYMETAL tenía a toda la explanada expectante. La peculiar banda de voces y bailarinas japonesas, entonaron buenas vibraciones y ejecutaron coreografías exóticas para todo europeo que andaba por allí pendiente de esta historia que fusiona metal y su folclore oriental, teniendo en un segundo plano visual a la banda de músicos que ejecutaba el popurrí de estilos, ocultando sus rostros con motivos esqueléticos, y que realmente eran quienes iban van alimentando el motor para aquello llevara un dinamismo atractivo.

MEGADETH no hicieron la mejor de sus actuaciones. Pareciera que Dave Mustaine no tuviera un buen día, y que el calor, posiblemente uno de los motivos le hiciera sufrir algo a la hora de entonar los temas ante el micrófono. De todos modos, desde que no está Kiko Loureiro aquí han debido de pasar cosas, porque aunque Teemu Mäntysaari es un buen guitarrista, buena parte del show estaba en un segundo plano, algo que pareciera contagiar al resto de la banda, casi siempre un paso por detrás de Mustaine. No vi el feeling que se lograba en escena durante sus últimas actuaciones, aquí mismo sin irnos más lejos, cuando Megadeth tuvo aquel doble concierto hace en Hellfest 2022. Fue como una silla con las patas algo desencoladas, aunque el pegamento terminó haciendo su efecto en la madera que dejaron para el final, cuando aparecieron los clásicos “Mechanix”, “Symphony Of Destruction”, “Peace Sells” y “Holy Wars… The Punishment Due”.

LANDMVRKS llegaban desde Marsella, y tuvieron encandilados por lo tanto a buena parte del público local. Su metalcore mezcla partes de hip hop y mucho movimiento escénico que a veces roza el pop. Su frontman supo como ganare al público, pero ya de por sí, su actitud ganaba enteros entre los más fieles. Hubo algún momento en el que el batería salió de su batería para hacer junto al cantante percusiones en la primera línea escénica. Ya estuvieron aquí hace un par de años, y visto la dirección que está tomando el festival, con la buena acogida que tienen este tipo de bandas, con toda seguridad volverán al recinto del lugar en muy poco tiempo.

A SODOM con Tom Angelripper al frente los esperaba al nivel de la última vez que tuve ocasión de verlos meses antes durante el festival alemán Dark Easter Metal Meeting. Aquello fue una apoteosis de buen rollo con clásicos con mucho vacileo por parte del cantante. Pero aquí la película era otra, aunque la banda siempre estuvo al nivel de dar todo lo posible a nivel instrumental. Tom vino con problemas en la garganta y aunque aguantó hasta el término del show, después de la actuación tuvieron que volver a Alemania para buscar tratamiento médico y esto motivó que tuvieran que cancelar además su siguiente concierto programado en Eslovaquia.

ENTER SHIKARI fue una grata sorpresa en el Warzone, lugar que además no habíamos tenido ocasión de visitar en toda la tarde. La banda inglesa de metalcore tenía preparado un espectáculo interactivo donde el cantante terminaba convirtiéndose en una especie de entidad fundida con la realidad virtual, desde el momento en el que se adentra en una especie de cubo que siempre estuvo presente en el escenario, y a través del que se iban proyectando imágenes que generaban momentos de mucho bailoteo, algo que se le daba muy bien a su cantante, quien pareciera tener las piernas de goma. El vocalista siempre estuvo animando todo del show, bien apareciendo entre el público como un mago, cuando nadie lo esperaba, o hacia el final del concierto, cuando terminó encaramándose a una de las columnas del escenario. Una buena fiesta final, con uno de los conciertos más peculiares del día.

Texto y fotos: Raúl “Mister Virus” García / Oscar Torres