HELLFEST 2024. Clisson, Francia. Día 2 (28/06/24)

La banda sueca GAUPA demostró tener los alicientes sonoros que siempre sugieren curiosidad por conocer cómo se gestan en directo, tras escucharse su música en un disco de estudio. En pocos años han generado esa continua avanzada hacia la solidez, con la cantante Emma Näslund al frente, enfocando temáticas surrealistas, adornadas por blues rock, doom y psicodelia. Ella es una intérprete imprescindible, la mirada de las secuencias principales, porque sabe templar los tiempos y causar esa expectación en los silencios. Un gran arranque para nuestro día.

FEAR FACTORY me dejó bastante frío. Con la formación actual ya han dejado de estar en aquella continua espiral de la evolución que les precedía. Aunque tuvieran un set list planificado para romperte el cuello con temas clásicos como “Shock”, “Demanufacture” o “Replica”… no encontré mucha sinergia con su actual cantante Milo Silvestro. Los grandes momentos del binomio Burton C. Bell en la voz y Dino Cazares en la guitarra funcionaban muy bien en directo, pero aquello terminó, y esto es lo que hay ahora. Los temas de entonces suenan instrumentalmente tan bien como los más modernos, pero la imitación con los efectos de micrófono que intentan recuperar el sonido que ha marcado una generación, no lo vi nada auténtico. Tampoco el fondo físico del joven cantante italiano, a veces algo desconectado del público, cuando debería de pasar a un primer plano para conseguir la euforia del público interactuando de alguna manera, algo que no existió.

SAVAGE LANDS fua algo más que una actuación gestionada por el guitarrista Sylvain Demercastel y el batería Dirk Verbeuren. Hellfest ha creado una estrecha colaboración con este proyecto, que al tiempo es una ONG, y espera que se trate de una asociación a largo plazo. De hecho Hellfest Productions se ha comprometido a financiar 1 millón de euros en 5 años para permitir a la ONG Savage Lands lanzar nuevos proyectos de reforestación a través de la compra de terrenos en Costa Rica. Puedes seguir sus pasos en https://savagelands.org/fr/. En cuanto a la actuación, fue alternando mensajes de apoyo de algunos músicos de primera línea a través de la pantalla que tenían a sus espaldas, y con las mismas fueron incorporándose sobre el escenario colaboraciones que protagonizaron Andreas Kisser, Chloé Trujillo o Shane Embury, entre otros, en un concierto que fue bastante dinámica, y sin duda especial.

POLYPHIA fue otra apuesta novedosa por parte de la organización, ya que esta banda de jóvenes talentos con buenas hechuras, procedente de Estados Unidos, se marcaron un concierto instrumental donde mostraban sus técnicas con los instrumentas de una forma progresiva, que les hacía difícilmente encajonarlos dentro de un estilo, pues ofrecieron un poco de todo. Se dieron a conocer hace años por sus particulares versiones de otros artistas y desde entonces, mucho tienen que agradecer a las redes sociales, aunque al final, la verdadera cara se muestra en los directos, y que mejor lugar para exhibir su verdadero valor que en ante miles de personas en un entorno como era este.

HARM´S WAY llegaron desde Chicago, y revolucionaron el Warzone a golpe de hardcore fundido con metal. La energía de su cantante, descamisado luciendo tatuajes, con un gran barco tatuado en su barriga, siempre marcaba un buen rumbo surcando los mares del lugar, e hizo que toda actividad generada por su persona y las huestes que le acompañaban, contagiaran al público que estaba en primera fila con ganas de pogo y cachondeo.

KANONENFIEBER son un peculiar grupo alemán que entona consignas antibelicistas en sus letras aunque luego ellos vayan uniformados como si estuvieran reviviendo la segunda guerra mundial, pues además el escenario presenta en su estética todos esos matices de campo de batalla de la época. Entre los estilos que se enfundan el black metal y el sonido industrial son dos pilares importantes. Sin duda fueron muy llamativos y enganchones, y como novedad de directo, creo que estábamos ante una banda que va a llamar mucho la atención en sus primera apariciones para aquellos que tengan ocasión de disfrutarlos. Luego, con el paso del tiempo, ya veremos en qué queda todo esto.

NE OBLIVISCARIS otra novedad escénica para quien suscribe. La banda australiana se escapa de la corriente clásica del death metal para girarse hacia una entorno musical, duro sí, pero con bazas progresivas, que les hacen diferentes y entretenidos. Mezclar sonidos de jazz y música clásica con la oscuridad de su imagen y el decoro de sus death metal de manual, todo bien agitado y estructurado, les otorgó ser una de las curiosidades impactantes de la jornada.

CLAWFINGER siguen teniendo ese motor revolucionado que nos hizo vibrar y votar en sus primeros tiempos. La fusión del metal y el hip hop de la banda sigue siendo genuina, en los clásicos y en los temas facturados en los últimos años. Pero no nos engañemos, hay canciones que siempre harán que enloquezcas, y la prueba fue cuando cerraron con su “Do What I Say”. Su cantante esta vez dejó aparcado vestuarios llamativos, y me atrevería a decir horteras, para vestir algo más de sport, imagino por lo que pudiera pasar.

A TOM MORELLO  todo el mundo lo esperaba para que tocara algunos clásicos de Rage Against The Machines. No nos engallemos. Esta es la realidad. Y aunque comenzó con algunos de sus temas en solitario, enseguida fue dejando pildorazos en forma de popurrí de lo que todo el mundo disfrutaría. Y en esos momentos el Mainstage vibró con fuerza y pasión. También tuvo un momento dedicado y emocional cuando se acordó de Chris Cornell al tocar el “Like A Stone” de Audioslave. Aun hubo tiempo para más versiones, entre ellas las que protagonizó de MC5, Bruce Springsteen y John Lennon.

ACID KING mejoró el show que tuvimos ocasión de disfrutar en Desertfest Berlin el mes anterior. Sus shows siempre son pesados, dicho en el mejor de los sentidos, con su lideresa Lori S. Joseph frente a la voz y guitarra aportando electricidad. Me pareció que con frecuencia buscaba con la mirada entre el público las sensaciones que estaba causando su concierto, como si dudara si estaba ante el público acertado. La banda de San Francisco fue energía pura fundida en doom, stoner y rock psicodélico. Seguramente que en el aquel lugar, el Valley stage, habría curiosos que a partir de ese momento se convertirán en nuevos adeptos, y que os voy a contar que no piense un artista, que no está nada mal aumentar la legión de fieles, aunque la banda lleve tanto tiempo en activo.

Ganas había de ver en vivo a EMPEROR, y ésta era la ocasión. Dos años antes pudimos disfrutar aquí mismo del proyecto de Ihsahn con temas más personales, pero esta era la ocasión idónea para hacernos llegar las auténticas piezas de la decana banda de black metal. Los noruegos abrieron de forma rotunda con “Into The Infinity Of Thoughts”, una salvaje brisa de black metal que daría frescor al lugar. Avanzando el show fueron sonando  perlas como “The Loss and Curse of Reverence” o “Inno A Satana”,  haciendo que el nivel técnico de toda instrumentación se dejara notar a cada momento.

MACHINE HEAD ofreció la rotundidad esperada integrando a su set list únicamente dos temas de la que hasta ahora es su última producción discográfica, “Choke On The Ashes Of Your Hate” y “No Gods, No Masters”. El cuarteal sin batalla, que ofreció sobre las tablas, contó en los momentos iniciales con los temas “Imperium” y “Ten Ton Hammer”, así como en los momentos finales, se escudaron en “Davidian” y “Halo”. También tuvieron tiempo para el entretenimiento a base de solo de guitarra, haciendo partícipe al público de lo que estaba sucediendo, dejándoles interactuar con clásicos cánticos, que nos recordaban estar presenciando más bien un concierto en algún escenario español, que en el país vecino. Robb Flynn al frente de la banda, como siempre supo integrar de manera brillante, todo lo acontecido.

Texto y fotos: Raúl “Mister Virus” García / Oscar Torres