HELLFEST 2024. Clisson, Francia. Día 3 (29/06/24)

ANVIL a pesar de estar de estreno de nuevo lanzamiento para al mismo tiempo que actuaban en el festival, decidieron prácticamente pasar de puntillas sobre este disco, cuyo título es  “One And Only”, haciendo únicamente el tema “Truth Is Dying”. La mítica formación canadiense, con rango de banda de culto, que siempre ha luchado contra las adversidades de la industria y el reconocimiento, pusieron en todo lo alto temas como “March Of The Crabs”, “666” o “Metal On Metal” en el final, bordando un corto pero atractivo concierto.

Los italianos RHAPSODY OF FIRE mantienen la secuela de un nombre que les generó grandes momentos en el pasado, pero que hoy en día, no me provocan el entusiasmo que antaño consiguieron. Supieron defender sus canciones, haciendo hincapié en temas más legendarios que la gente esperaba como imprescindibles, con demasiados apoyos sonoros pregrabados, que bien es cierto, hacen que suenen con más presencia sus canciones. El empuje del grupo al completo durante todo el concierto fue una constante, consiguiendo aprovechar muy bien el tiempo acotado del que disponían.

BLACK STONE CHERRY ofrecieron todo el glamour posible que tienen acumulado en sus más de dos décadas de carrera. Ofrecieron canciones para bailotear, con esa aureola de corte hardrockero llena de clásicos que te hacen desbocar. Entre los temas elegidos para tan gran azaña, sonoron “Again”, junto con otros clásicas infalibles como  “White Trash Millionaire”, “Blame It on the Boom Boom” o “Lonely Train”.

Los holandeses LEGION OF THE DAMNED  estuvieron a la altura de lo esperado, ofreciendo una cera de mucho cuidado, llena de brotes de oscuridad que les avalan como apuesta segura cada show que realizan. Impactaron con su contundente death metal consiguiendo por momentos enloquecer a la gente entre su oscuridad y el calor que hacía en la carpa del Altar, sobre todo si te adentrabas hasta dentro de la misma.

STRATOVARIUS siempre nos hacen recordar la historia de la banda desde el pasado hasta el presente, porque no olvidaron incorporar temas más recientes en el tiempo como “Survive” con el que abrieron el show. Timo Kotipelto en las voces y Jens Johansson desde los teclados siguen gestionando bien la herencia musical recibida tras la marcha de todos los miembros originales de la banda finlandesa a lo largo de los últimos años. Se les notó solidez y templanza ante unos seguidores, que evidentemente siguen estando ahí porque vibran con las pautas melódicas y metaleras que siguen manteniendo temas como “Eagleheart”, “Paradise”, “Black Diamond”, “Unbreakable” o “Hunting High And Low”.

A YNGWIE MALMSTEEN cuando se pone a tocar la guitarra, a vacilar tirando púas o haciendo virguerías con el instrumento en fase de parada, no se le puede poner ninguna pega, porque es el genuino y maravilloso Malmsteen. Cuando canta ya es otra cosa. Y por lo tanto, siempre se echará de menos uno de esos grandes cantantes que ya pasaron por sus filas interpretando himnos imperecederos, aunque venga con el complemento de una banda que le da soporte a lo que necesita en vivo para ser feliz en directo, y hacer feliz a quien quiere verle tocar con esa nitidez. Me hizo disfrutar con un set muy ajustado, donde no faltaron “Rising Force” en el comienzo y “Heaven Tonight” en el final.

EXTREME volvía una década después al festival, y su comienzo lo integraron dos piezas que te metían de lleno en su concierto, “It (´s A Monster)” y “Decade Dance”. Hicieron un concierto elegante, despuntando sus temas clásicos pero también los más recientes “Rise”, “#Rebel” y “Banshee”, y con un Gary Cherone que iba como una locomotora, muy en forma, como si fuera de goma. Y lo demostró cuando intentó saltar a uno de los cámaras, pues no le salió bien la pirueta y fue a parar al suelo llevándose su cabeza por delante. Al momento se dirigió al currito para disculparse. Fueron muy celebrados los momentos en los que Nuno y Gary se pusieron a interpretar en acústico el tema “More Than Words”. Los temas fueron encadenados de tal manera que consiguieron que se nos pasara volando el show.

La actuación de los ACCEPT resaltó por la escenografía y forma de hacer resaltar las grandes piezas legendarias, con un Mark Tornillo al frente de la voz que sigue dando viento al buen rumbo de la historia de los históricos alemanes cueste lo que cueste. Fueron dando cuartel a los temas más actuales y sobrellevados los clásicos. La gente estaba expectante observando que tema iba sonando porque había mucha magia clásica y un espíritu de querer entonar estribillos ineludibles cuando llegó la hora de “Restless And Will”, “Princess Of The Dawn”, “Metal Heart” o “Balls To The Wall”.

MR. BUNGLE fue un show imprescindible, aunque tuvimos la mala fortuna los que estábamos frente al genuino Mike Patton, de tener que soportar una incómoda lluvia que no cesó durante todo el concierto, aunque esto le dio un tinte más épico a lo que estaba ocurriendo en escena. Con el cantante recuperando todo tipo de sonidos inventados, recuperando el eclecticismo esperado. Entre las numerosas versiones que tuvieron lugar, destacar “I´m Not In Love” de 10cc, “Hell Awaits” de Slayer, “Loss Of Control” de Van Halen y “Territory” de Sepultura. Para estas últimas se subieron al escenario respectivamente Wolfgang Van Halen y Andreas Kisser, compartiendo partes de guitarra con Scott Ian, algo realmente alucinante que difícilmente voy a quitar de mi memoria.

METALLICA no tuvo la brillantez que la primera vez que apareció en este gran festival dos años antes. En parte lo deslució la lluvia y el frío que sentíamos los que estábamos empapados. La otra razón la elección de las canciones nuevas. Posiblemente la gente quería más clásicos de toda la vida. Pero hay que tener en cuenta, que las situaciones son cambiantes. Tras sonar la introducción de Ennio Morricone empezaría la descarga con “Creeping Death” y con las mismas, los paseos continuos de James Hetfield y compañía por las distintas pasarelas que permitía estar más cerca del público a cada momento. Sin mediar palabra por el micrófono hasta bien avanzado el show, le siguieron los temas “For Whom The Bell Tolls”, “Hit The Lights” y “Enter Sandman”, momento en el que llegaría “72 Seasons”. La ya habitual performance vocal de Robert Trujillo para encandilar con alguna sonata francesa al público local, creo que causó división de opiniones a la hora de entender lo que tenía preparado, pero para regocijo de sus más fieles, se marcharían con “Seek & Destroy”, tocando desde la pasarela rodeada por el público, apareciendo entonces decenas de gigantescas bolas hinchables que en más de una ocasión iban a medio sepultar a Lars Ulrich mientras tocaba su batería. La traca llegó con “One” y “Master Of Puppets”, y al término del espectáculo, durante algunos minutos se mantuvieron los cuatro músicos dedicando unas palabras por el micrófono al público que allí aún permanecía.

Con SUICIDAL TENDENCIES terminaríamos la jornada. Mike Muir fue el mejor antídoto para paliar un día duro debido a la lluvia. Tras los iniciales “You Can´t Bring Me Down” o “I Shot The Devil”, le seguiría “Send Me Your Money” o “Freedumb” y ese baile frenético de constantes movimientos estudiados por parte de su cantante, aún en forma, y respaldado por Dea Pleasants como siempre, tocando con veteranía la guitarra, aunque no podemos olvidar a los más jóvenes integrantes, como Ben Weinman en la guitarra o Tye Trujillo en el bajo.

Texto y fotos: Raúl “Mister Virus” García / Oscar Torres