HELLFEST 2024. Clisson, Francia. Día 4 (30/06/24)

Los irlandeses THERAPY? siempre han recalado bien en los festivales, porque han sido una característica principal en sus comienzos para romper con todo, pero en esta ocasión dieron un concierto falto de chispa, de voz y en general de conexión con el público. No me parecieron que ofrecieran tanta propulsión como se les esperaba, aunque generaron algunas conexiones sentimentales, dónde recuperaron algunos temas que no les escuchaba en vivo hace tiempo.

FRANK CARTER & THE RATTLESNAKES sigue siendo un nervio a base de descoyunturas sonoras y tatuajes estéticos por todo el cuerpo. El que fuera cantante en tiempos pretéritos de la formación inglesa Gallows, aquí se presentaba de nuevo con melena al viento y toda la chulería que le precede. Fue de lo destacado del día, y por su puesto del Mainstage, y eso que había bandas por las que decantarse, pero ya sabéis que, a veces, los artistas principales pinchan y no hacen buenos conciertos. Y eso es lo que ocurrió esta jornada con muchos de los nombres importantes. Para no perder la costumbre, Frank Carter terminó bajando al público para organizar notables circle pits mientras seguía dando la nota como epicentro del lugar.

ROYAL BLOOD, fueron enérgico dando vida a su historia, la de dos amigos de toda la vida, Mike Kerr y Ben Thatcher, cuya pasión compartida por el Rock y el Hard Rock. Ellos se cocinaron todo el concierto compartiendo el sonido de sus instrumentos, contando en ocasiones puntuales con la ayuda de un teclista. Pasaron del circuito de pubs en su Brighton natal a encabezar las listas de álbumes del Reino Unido, y eso le llevó a ser reconocidos en grandes festivales, con un número público frente a ellos. Hellfest no quisó perder la oportunidad de abrirse musicalmente a otros públicos, y parece que todos salieron ganando, aunque también he de decir, que a mitad del concierto todo me pareció demasiado lineal.

THE BLACK DAHLIA MURDER dio la oportunidad de ver cómo sonaba su disco reciente “Servitude” al hacer el tema “Aftermath”, así como otros viejos clásicos a través de la voz de Brian Eschbach, quien ha cogido la rienda de la voz para poder seguir la banda con su actividad una vez fallecido el cantante Trevor Strnad en 2022. Años atrás emergieron en la escena como una banda de post death metal melódico, y a fuerza de pasar los años, fueron quedando como una escultura del sonido duro melódico y dinámico. Parece que no quieren salirse del camino, pase lo que pase durante su tránsito.

Los polacos BATUSHKA tiraron de botafumeiro para dar vida a esa cuadrilla de voces místicas, y prendas encapuchadas. La escenografía es básica en realidad, cuidando detalles de decoración sobre el escenario que a veces coge tintes de altar. Hacía tiempo que no los volvía a ver, porque hubo un tiempo en el que tras verlos repetidas veces, no me aportaban nada nuevo. De hecho así se tiraron años, presentando su único disco “Litourgiya”, y luego también toda aquella película con  los cambios en la formación y los derechos del nombre, pero en 2019 publicaron “Hospodi” y ahora había nuevos alicientes sonoros en escena. Estuvieron muy bien, no sólo por la estética sino por congeniar de esa manera timbres cantores con black metal rudo.

QUEENS OF THE STONE AGE hizo un concierto flojito, pero teniendo en cuenta que pocos días después de tocar aquí, el grupo tendría que hacer un comunicado en redes sociales cancelando las fechar europeas restantes tras actuar en Italia, ya nos podemos dar con un canto en los dientes. La banda tuvo que cancelar debido a la necesidad urgente de que Josh Homme volviese a Estados Unidos para someterse a una operación quirúrgica de urgencia, sin conocer más detalles, pues podría estar relacionado con el diagnóstico de cáncer anunciado en 2022. En cualquier caso hicieron su papel haciendo temas de su último trabajo publicado “In Times New Roman...”, tocando “Paper Machete”, “Carnavoyeur” y “Straight Jacket Fitting”. Los fuegos artificiales quedaron para el final, con los temas “No One Knows” y “A Song For The Dead”.

Los neoyorquinos SUFFOCATION llegaban a Clisson presentando su disco más reciente “Hymns from the Apocrypha”, del que hicieron temas como “Seraphim Enslavement”, aunque también habría tiempo para otros temas más clásicos como “Thrones Of Blood”. Fueron brutales, técnicos, efectivos y dolorosos para los tímpanos.

TIAMAT se encerró en su mundo de oscuridad llena de destellos oscuros para ofrecer un concierto muy interactivo con el público, haciéndonos disfrutar mucho de sus temas más clásicos en lo que fue un continuo vaivén de emociones por parte de su cantante Johan Edlund, que también tendría algún rato la guitarra entre sus manos. El arranque fue con “In A Dream” y entre medias algunos temas más recientes que calaron muy bien como “The Sleeping Beauty” o “Whatever That Hurts”.  La recta final llegaría con “Divided”, “Cain”, y llegarían más retazos góticos con “Vote For Love” para poner la guinda al terminar de manera muy celebrada con “Gaia”.

FOO FIGHTERS fue algo decepcionante. No estuvieron ni de lejos al nivel que les había visto años atrás. Tal vez por esperarme que las cosas fueran parecidas, el chasco fue mayor. En cualquier caso Dave Grohl no pareciera tener un día fino con la voz. Empezaron con “All My Live”, “No Son Of Mine” y “The Pretender” pero enseguida el despegue empezó a coger una velocidad de crucero a ralentí. Tomaron su tiempo para el divertimento, los solos y emocianar un poquito más al público con “My Hero”. Despuntaron cuando recordaron a Black Sabbath y encaminaron la recta final con la gente celebrando “Best Of You”, “The Teacher” y “Everlong”.

DIMMU BORGIR fueron los encargados de cerrar la carpa del escenario Temple, al tiempo que la última referencia que vimos de esta edición, poniendo el broche con oscuridad, black metal sinfónico y pasajes llenos de fuego humeante. Esta vez dieron un buen espectáculo, con decoración y su cincelado aspecto satánico, bien perfilado, con poses y movimientos medidos. Los noruegos siguen teniendo su magia sonora, gracias a teclados y otros samplers disparados desde el lugar preciso. Arrancaron con algo más actual como “Raabjørn speiler draugheimens skodde”, entre medias dieron cuenta de la curiosa y trivial “Council Of Wolves And Snakes” y no olvidaron antes de marcharse de las clásicas “Dimmu Borgir” y “Mourning Palace”.

Texto y fotos: Raúl “Mister Virus” García / Oscar Torres