PENTAGRAM Chile - "Eternal Life Of Madness" (Listenable Records 2024)

El nacimiento de los chilenos Pentagram se sitúa en un contexto musical vibrante donde el Thrash Metal estaba en pleno auge. Influenciados por bandas como Slayer o Kreator, Pentagram estableció su propio sonido agresivo y técnico, que más tarde se consolidaba en su primer EP "Fatal Prediction/Demoniac Possession" en 1987, después de algunas demos. En Chile, su propuesta musical fue recibida con entusiasmo por los seguidores del metal extremo, consolidando su posición como una banda innovadora y respetada en la escena local, y pronto se hizo hueco en el resto del Mundo.

La discontinuidad en la producción discográfica de Pentagram a lo largo de los años se ha atribuido a diversos motivos, desde cambios en la alineación hasta proyectos paralelos de sus miembros en otras bandas. Sin embargo, el impulso y la pasión por crear música auténtica siempre han permanecido presentes en el ADN de Pentagram.

En el verano de 2021, en una entrevista que realicé a Anton Reisenegger,sobre el último lanzamiento de su banda Criminal, ya me comentaba que tenían compuesto al 90% el material para un nuevo disco de Pentagram. La pandemia, sin duda, afectó el proceso, pero fortaleció la determinación de la banda por lanzar "Eternal Life Of Madness", el segundo álbum de su carrera.

"Eternal Life Of Madness" es una oda al Thrash/Death clásico con una producción cruda y fría que crea una atmósfera oscura y maligna. Canciones como "Possessor" encapsulan la ferocidad y la energía desenfrenada que caracteriza a Pentagram, mientras que canciones como "Portal" y "Devourer Of Life" evocan reminiscencias de la época dorada del Thrash Metal con riffs marcados y ritmos veloces, y porqué no, una clara influencia a clásicos como Slayer, de los que sacan aquella ferocidad salvaje, sobre todo esos solos de guitarras devastadores, que están presentes en todo el álbum, pero hay canciones como “State Of Grace” en los que te cortan la respiración..

A diferencia de su álbum anterior, "The Malefice" (2013), este nuevo trabajo presenta una orientación más clásica en su sonido, pero a la vez más Death y más pesada. Si es cierto que ambos discos mantienen la esencia de Pentagram, pero "Eternal Life Of Madness" tiene un sonido más directo. Se nota una mayor madurez y experiencia en la composición, con riffs más elaborados y estructuras más complejas. La vena Death está claramente influenciada por esa pesadez de bandas como Obituary o Morbid Angel, evidente en temas como “The Seeds Of The Dead". 

Pero también confiesa la banda su influencia Doom y oscura de bandas como Celtic Frost o Hellhammer, y la mencionada "Possessor", es una clara muestra. “No One Shall Survive" pone el broche final al disco con un Doom denso y aplastante, que se transforma en un acelerón devastador en su parte final. Un tema épico y oscuro que deja una sensación de desolación y destrucción.

El primer sencillo, "Icons Of Decay", representa un punto de inflexión estilístico para Pentagram, mostrando una dirección sonora fresca y diferenciada que la distingue del resto del álbum. La propia banda ha comentado sobre ella que “es el sonido por el que queremos seguir estilísticamente”, lo que nos lleva a pensar de que este regreso de Pentagram, al menos va a tener un continuidad.

La gestación de "Eternal Life Of Madness" durante la pandemia seguramente influyó en su proceso creativo y contenido temático. Temas como enfermedades mentales, ideologías religiosas y la oscuridad de la mente humana encuentran eco en las letras del álbum, reflejando un mundo turbulento y caótico.

"Eternal Life Of Madness" es un disco imprescindible para los fanáticos del Thrash Death Metal clásico. Un álbum que reivindica el legado de Pentagram como pioneros del género y demuestra que la banda sigue en plena forma. Un viaje sonoro oscuro, intenso y lleno de ferocidad que te atrapará desde el primer minuto hasta el último. Un retorno triunfal para Pentagram, marcando una nueva etapa en su carrera mientras honra sus raíces y evoluciona hacia nuevos horizontes sonoros