Under Influence; Alex Moreán (THE OLDEST HOUSE) - Conan y King Gizzard and the Lizzard Wizzard
Hoy traemos a nuestro UNDER INFLUENCE a A. M. (Alex Moreán), musico activo en bandas como Aversio Humanitatis, Velo Misere o Eohl. Pero en esta ocasión hablamos con él sobre su proyecto THE OLDEST HOUSE, en el que se encarga de absolutamente todos los intrumentos, composición, etc... y con el que grababa en 2024 su Ep "A Worm Through Time".
A.M. nos propone dos bandas y dos canciones para entender el sonido de THE OLDEST HOUSE.
"Me es imposible elegir un solo artista así que si me lo permites eligiré dos y sus respectivas canciones:
CONAN: Battle In The Swamp.
King Gizzard and the Lizzard Wizzard: Crumbling Castle.
Creo que una combinación de ambas canciones es exactamente lo que busco. La brutalidad y contundencia de CONAN mezcladas con la sinuosidad y cadencia de KGATLW."

Sobre CONAN - Battle In The Swamp
Desde las entrañas de Liverpool, Inglaterra, surge CONAN, una banda de doom metal que ha construido un imperio sonoro tan pesado que parece desafiar las leyes físicas. Formada en 2006 por el guitarrista y vocalista Jon Davis, la banda se ha convertido en un referente absoluto del subgénero más denso y primitivo del metal, el denominado “caveman battle doom”, un término que ellos mismos ayudaron a popularizar.
Battle in the Swamp
Lanzada en su demo debut de 2007, y posteriormente en el primer álbum "Monnos" de 2012, "Battle in the Swamp" es un manifiesto de intenciones. Olvida las florituras. Olvida la velocidad. Aquí todo es gravedad, guerra y lodo. El título no miente: se siente como estar atrapado en una pelea a muerte entre guerreros bárbaros en un pantano, mientras las ciénagas se tragan las últimas notas.
Musicalmente, la canción es un murmullo tectónico: guitarras ultraafinadas, un bajo que ruge desde el fondo del abismo y una batería que marca el tiempo como si golpeara piedras con huesos. La voz, lejana y reverberante conjura maldiciones ancestrales. Demo 2007:
Aunque "2007 Demo" no tuvo una distribución masiva, se convirtió en una pieza de culto entre los seguidores del doom más cavernoso. Su rareza y crudeza son parte de su encanto, y ha sido reeditado de forma limitada en vinilos y cassettes para los coleccionistas.

Sobre KING GIZZARD AND THE LIZZARD WIZZARD - Crumbling Castle
En el universo del rock contemporáneo, pocas bandas han demostrado un nivel de ambición creativa tan amplio y sostenido como King Gizzard & the Lizard Wizard. Formada en Melbourne, Australia, en 2010, esta agrupación ha logrado construir una de las discografías más prolíficas y eclécticas del panorama actual. Con más de 20 álbumes en su haber y una evolución estilística que abarca desde el garage rock hasta el thrash metal, pasando por el jazz, el krautrock o el folk psicodélico, la banda ha consolidado una propuesta que se caracteriza por su versatilidad, innovación y autonomía artística.
Una de las obras más representativas de esta faceta experimental es el álbum "Polygondwanaland", lanzado el 17 de noviembre de 2017 como el cuarto de cinco discos publicados por la banda en ese mismo año. Lo particular de este trabajo no radica solo en su contenido musical, sino en su forma de distribución: fue publicado bajo licencia libre, permitiendo a cualquiera descargar, reproducir, editar o incluso comercializar el disco, una decisión que reforzó el vínculo del grupo con su comunidad de seguidores y con los principios del arte colaborativo.
"Crumbling Castle"
El tema que abre "Polygondwanaland" es la monumental "Crumbling Castle", una composición de más de diez minutos que actúa como manifiesto sonoro del álbum y del enfoque progresivo de la banda. A través de una estructura que se desarrolla en capas, la canción combina patrones rítmicos hipnóticos con melodías psicodélicas, riffs densos y atmósferas envolventes que remiten tanto al rock progresivo de los años 70 como a las exploraciones más recientes del rock alternativo.
Musicalmente, "Crumbling Castle" transita por diferentes paisajes sonoros: comienza con una introducción repetitiva que se expande gradualmente, incorporando sintetizadores, cambios de ritmo y dinámicas que mantienen la tensión narrativa. La interpretación vocal, cargada de un tono apocalíptico y reflexivo, contribuye a construir una sensación de inestabilidad y transformación constante, coherente con el título de la canción.
La letra, cargada de imágenes metafóricas, alude a la fragilidad de las estructuras físicas y mentales, y puede leerse como una alegoría del colapso de sistemas —ya sean personales, políticos o planetarios— que se ven erosionados por fuerzas que parecen inevitables. Al igual que el resto del disco, la canción se conecta con una idea de continuidad: no hay pausas definidas entre pistas, sino una progresión fluida que invita a la escucha completa del álbum como una obra unitaria.

Sobre THE OLDEST HOUSE
En el vasto y a menudo abrumador panorama del metal extremo contemporáneo, hay proyectos que destacan no por su grandilocuencia, sino por su densidad conceptual y su capacidad para generar atmósferas inusuales desde la intimidad creativa. The Oldest House, el proyecto en solitario de A.M., es un claro ejemplo de esto: una propuesta que nace desde la introspección y evoluciona hacia lo monumental, tomando como eje una reinterpretación personal del doom, el sludge y el ambient más sombrío.
Con una trayectoria previa en el black metal, A.M. decide reactivar su actividad compositiva después de casi una década sin lanzar nuevo material. Pero el regreso no significó una continuación directa, sino un viraje estilístico influido por años de escucha intensa de géneros como el doom, el stoner y el sludge.
El nombre del proyecto no es casual ni arbitrario. Se inspira en el videojuego Control (2019), cuya historia se sitúa en un edificio brutalista conocido como The Oldest House: una estructura viva, mutable, oculta, que desafía las leyes de la física y de la percepción. Este concepto se traslada directamente a la música de A.M., que busca generar esa misma sensación de arquitectura inestable, impredecible, aplastante. Una entidad sonora que no se deja habitar fácilmente.
A Worm Through Time: viaje ritual
El primer trabajo de The Oldest House, el EP titulado A Worm Through Time, es una obra que puede leerse como un viaje sonoro y conceptual. La referencia al gusano atravesando el tiempo sugiere una progresión lenta pero inevitable, una especie de criatura inabarcable que atraviesa dimensiones y estados mentales. A nivel musical, el álbum está compuesto por temas que fluyen entre tempos extremos, melodías enterradas y secciones ambientales de fuerte carga emotiva, conformando un paisaje sonoro que evoca tanto la desesperanza como el trance psicodélico.
Entre sus influencias, A.M. menciona tanto bandas del ámbito más pesado y experimental —como Conan, Slomatics, Foehammer, Body Void o Undergang— como nombres fundamentales de la electrónica oscura y ambiental —Tangerine Dream, HEALTH, These Hidden Hands—. Incluso menciona la metodología compositiva de King Gizzard & The Lizard Wizard como una referencia estructural importante, sobre todo por su habilidad para generar obras que fluyen sin interrupciones evidentes, como si se tratara de una única entidad musical en evolución constante.
Uno de los elementos más llamativos de The Oldest House es su capacidad para equilibrar la pesadez extrema con pasajes ambientales y sonidos electrónicos profundamente elaborados. Los sintetizadores no están ahí como un adorno, sino como una herramienta estructural. A.M. los utiliza para construir texturas que “llenan todo el espacio” y que vibran con una intensidad casi física. Este enfoque convierte al álbum en una experiencia sensorial completa, donde cada capa sonora cumple una función atmosférica concreta.
Canciones como "The Painting on the Wall" o "A Worm Through Time" presentan ese carácter ritual del que habla su autor: música que no solo se escucha, sino que se percibe como una presencia, como un fenómeno inmaterial que invade el entorno. La intención es clara: inducir un estado alterado sin necesidad de artificios externos. Para A.M., la música es un vehículo suficiente para provocar trance, introspección o inquietud.
Aunque el EP debut comenzó casi como un experimento sonoro casero, The Oldest House ha adquirido una identidad artística definida. Y lo más relevante es que no se trata de un proyecto estático. A.M. ya está trabajando en nuevo material, que promete ser más ruidoso, más intenso y más extremo en todas sus dimensiones. La idea de fondo permanece: crear una música que actúe como una fuerza ineludible, lenta pero impredecible, sencilla en apariencia pero compleja en estructura, como ese edificio imposible que da nombre al proyecto.